Ucrania pidió hoy a los líderes de las potencias mundiales que hablen con el presidente ruso, Vladimir Putin, para convencerlo de que detenga el envío de fuerzas a Crimea y ponga fin a la “agresión” que está sufriendo el país.
Así lo indicó el embajador ucraniano ante la ONU, Yuriy Sergeyev, en declaraciones a los periodistas en los márgenes de la reunión de urgencia que celebra el Consejo de Seguridad.
“Todavía hay una posibilidad de que los líderes mundiales hablen con el presidente Putin para evitar un mayor deterioro de la situación”, señaló Sergeyev.
El embajador ucraniano dirigió su llamamiento principalmente a los firmantes del memorando de Budapest, por el que varias potencias como Estados Unidos y Reino Unido se comprometieron junto a Rusia a defender a Ucrania a cambio de la entrega de su arsenal nuclear procedente de la era soviética.
Sin embargo, también apeló a los miembros del G8 y del G20 para que presionen a Rusia para que dé marcha atrás.
Según Kiev, fuerzas rusas se hicieron ayer con el control de varios puntos estratégicos de Crimea, mientras que hoy la cámara alta del Parlamento de Moscú autorizó el envío de más fuerzas a la región autónoma ucraniana.
Hoy, Sergeyev habló abiertamente de una “agresión” de parte rusa y de una violación de la Carta de las Naciones Unidas, algo que no quiso hacer ayer.
“Es exactamente una agresión, pero podemos detener su extensión”, aseguró el embajador, poco después del comienzo de la reunión del Consejo de Seguridad, que se celebra a puerta cerrada.
Según dijo a Efe una fuente diplomática, las potencias occidentales solicitaron al inicio del encuentro celebrar un debate en abierto sobre la crisis ucraniana, a lo que en un principio se negaba Rusia, que prefería una discusión a puerta cerrada.