Al interior del PRD se comenta de forma insistente que Marcelo Ebrard renunciará al partido. Personajes cercanos al ex jefe de Gobierno aseguran que hay dos posibilidades: que se vaya a Movimiento Ciudadano -al que se ha acercado so pretexto del bloque de izquierda contra la privatización de Pemex– o que construya su propia opción. Lo que buscaría Ebrard, dicen, es colocarse entre el PRD de Los Chuchos y Morena de López Obrador, para de ahí saltar a la candidatura presidencial en 2018. ¿Le alcanzará el tiempo?

 

El que anda muy movido antes de abandonar la Cámara de Diputados es el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el panista Ricardo Anaya. Pareciera que antes de sumarse a Gustavo Madero por la dirigencia del PAN, ya comenzó su campaña. Hoy estará presente en la promulgación de Código Nacional de Procedimientos Penales en Palacio Nacional y ayer, el panista se vio junto al presidente Enrique Peña Nieto en su natal Querétaro. ¿Será que el queretano aprovecha los últimos momentos frente a los reflectores, previo a la campaña interna del PAN?

 

Que más temprano que tarde se arrepentirá Ernesto Cordero de haber convertido a Juan Manuel Oliva en su compañero de fórmula en la contienda por la dirigencia nacional del PAN. El de Guanajuato “vendió” su peso e influencia en El Yunque, para que el calderonismo decidiera pactar con él. Sin embargo, quienes lo conocen saben que Oliva no representa a El Yunque. Si así fuera, ni Cecilia Romero, ni Enrique Aguilar Coronado, ni Marco Adame estarían tan organizados al lado de Gustavo Madero.

 

Al rector José Narro las cosas no le han salido bien. Cuando el país era gobernado por panistas, Narro se veía inmenso como defensor de la educación pública en contra de las políticas supuestamente privatizadoras de la derecha. Pero ahora que sus amigos y correligionarios del PRI gobiernan, el rector simplemente no encuentra ni su lugar ni su rol. Y además, ayer volvió a atestiguar una nueva toma de instalaciones por parte de paristas encapuchados que, otra vez, lo tomaron por sorpresa. Las cosas pasan demasiado rápido en la UNAM del México postpanista.