Si bien la crisis política y social que vive Ucrania ha traspasado límites y provocado un sacudimiento diplomático dentro y fuera de las fronteras europeas, y mientras las autoridades se pronuncian al respecto de enviar ayuda financiera, los ciudadanos de la Unión Europea también se expresan pero con poco entusiasmo por esas iniciativas.
La Comisión Europea estableció un paquete de ayuda financiera para cooperar con Ucrania que suma la cantidad de al menos 11 mil millones de euros durante los próximos años.
Esta cantidad saldrá del presupuesto de la Unión Europea y de las instituciones financieras con sede en Europa destinados a asistir al gobierno ucraniano para el establecimiento de reformas.
A pesar de que muchos europeos están de acuerdo con apoyar a Ucrania en este momento de crisis, otras más no validan la propuesta. Y es que sin poder quitarse de encima un peso de años de crisis, el precio prohibitivo de ayudar a un país no miembro del bloque causa ciertas dudas.
Entre las voces a favor, una ciudadana de Lisboa opinó :”Se encuentran en una situación crítica y creo que necesitan ayuda de otro país”.
En tanto, un ciudadano de Berlín sostuvo “lo mejor es esperar a las elecciones, ver qué pasa con Crimea y luego decidir si enviar el dinero o no. No apoyo la idea de enviar miles de millones de euros en este momento, ya que puede que nunca más veamos ese dinero.”
El caso ucraniano centró las agendas de los gobiernos del mundo, algunos de los cuales ya ofrecieron su ayuda. Los primeros pasos los dieron la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), imponiendo también sus condiciones.