Alfredo Castillo Cervantes, Comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, explicó que al parecer Nazario Moreno González, alias El Chayo, quedó herido en 2010. Comentó que “pudo haber sido una coartada en cuanto a que posiblemente haya quedado herido”, aunque la información que se difundió fuera que había fallecido.

 

En entrevista con Carlos Loret de Mola para Primero Noticias, el funcionario federal señaló que tras ser declarado muerto por primera vez en 2010, el máximo líder del cartel Los Caballeros Templarios pudo aprovechar esa creencia para armar una coartada y operar desde las sombras al grupo de narcotráfico que por años ha asolado al estado de Michoacán.

 

El Chayo fue dado por muerto hace más de tres años por el gobierno anterior, pero la administración del presidente Enrique Peña Nieto informó el domingo que en realidad estuvo con vida todo ese tiempo hasta la víspera, cuando murió en un enfrentamiento con soldados y marinos a 13 kilómetros de la cabecera municipal de Tumbiscatío.

 

El Más Loco, como también se le conocía, cumplió 44 años apenas el sábado pasado, pero en su estatus de “muerto vivo” mantenía un bajo perfil, lo que le permitió ampliar el territorio, fortalecer el poder templario y ser uno de los principales líderes.

 

Aunque oficialmente el 10 de diciembre de 2010, Alejandro Poiré, vocero de seguridad del entonces presidente Felipe Calderón, confirmó que El Chayo habría sido abatido en un enfrentamiento con federales, en Apatzingán, el cadáver, única evidencia de dicho reporte según la versión oficial, fue recogido por los criminales, sin poderse confirmar su deceso.

 

“El primer beneficiado de estar en el anonimato era él y siguió jugando con este juego”, añadió Castillo Cervantes.

 

Además, reconoció que la muerte de El Chayo fue un golpe importante del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto contra el crimen organizado, producto de un largo trabajo de inteligencia realizada por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para localizarlo tras evadir durante años a la justicia.

 

A diferencia de 2010, cuando el gobierno federal anunció la muerte del capo sólo con base en indicios, las actuales autoridades dicen que tienen en su poder el cuerpo de El Chayo y que fue identificado de manera inicial por sus huellas dactilares.

 

Al momento de su primera muerte, Moreno González era considerado el líder máximo de La Familia Michoacana, que en los siguientes meses sufrió divisiones internas y dio paso a la conformación de Los Caballeros Templarios.

 

Ambos carteles predicaban doctrinas religiosas y morales mientras traficaban metanfetaminas a Estados Unidos y eran acusados de asesinatos, secuestros y extorsiones.