De 2.7 es el porcentaje de popularidad que creció el presidente Enrique Peña Nieto con la captura de El Chapo Guzmán, según la última encuesta de Consulta Mitofsky, pasando de 47.6% a 50.3% de febrero a marzo. El porcentaje de percepción de que tiene las riendas del país también aumentó de 36% a 46%. De continuar la tendencia, el Presidente podría estar alcanzando un nivel de aprobación de 85% en el 2017, justo un año antes de la sucesión presidencial.
La pregunta de los 64 mil en la comparecencia ante diputados del procurador Jesús Murillo Karam y el director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, fue por qué no se han fincado responsabilidades a los dueños de Oceanografía. La respuesta fue contundente: vamos despacio y preciso. Sin embargo, nadie sabe qué hará el defenestrado Amado Yáñez, quien desde algún lugar del mundo tiene que estar dialogando con los que durante años le financiaron y que ahora se preguntan qué pasará con el papel bursátil que adquirieron al amparo de los escandalosos contratos.
El diputado del PAN, Juan Bueno Torio, puso el dedo en la llaga al cuestionar la actuación u omisión de autoridades como la CNBV, el IMSS y el Infonavit en el caso de Oceanografía. No fue la CNBV, quien detectó el enorme fraude, sino Citigroup. Y cuestiona cómo es posible que el IMSS y el Infonavit no hayan hecho nada con los correspondientes adeudos de 500 y 200 millones de pesos, respectivamente, cuando a cualquier ciudadano ya le hubieran embargado sus bienes.
Uno de los legisladores federales más flojos y faltistas es el diputado del Partido Verde, Héctor Narcia Álvarez, quien además de vivir en Chiapas, tiene dado de alta en la Comisión Especial del Café a su yerno Carlos Abraham González Pérez, con un sueldo de 28 mil 400 pesos, correspondiente a una plaza de asesor B, según consta en el formato de contratación por capítulo 1000, donde el diputado firma al calce como solicitante, pero también firma como el responsable que autoriza la contratación.