Agentes de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal adscritos al AICM, que fueron asignados a las dos terminales hace unas semanas, revelaron que la dinámica de cambio de turnos, que los obliga a pasar lista hasta el centro de mando de la corporación en Iztapalapa, provoca retrasos en el despliegue de seguridad.
Hace dos semanas, como se publicó en este diario, los agentes se manifestaron en contra de esta situación. La protesta derivó en la modificación de los turnos de trabajo de 12 a 8 horas y el cambio del comisario responsable del despliegue, pero el traslado hasta Iztapalapa al iniciar y concluir la jornada persiste.
Bajo condición de no revelar su identidad por temor a represalias, los uniformados explicaron a 24 HORAS las irregularidades sobre la operación de esta dinámica de cambio de turnos. El problema fundamental es la propia impuntualidad de la corporación en los traslados del centro de mando hacia el AICM.
“Si el turno en el Aeropuerto acaba a las 7:00 de la mañana, los elementos que salen ya están esperando los camiones (con los agentes del otro turno) y siempre llegan tarde. Casi hasta las 7:40am. O sea que de 6:55 a 7:40 no hay oficiales (desplegados) en ningún punto (del AICM). Es tiempo muerto”, explicó uno de los oficiales.
Si se toma en cuenta que hay tres cambios de turno en un día, a las 7:00, 15:00 y 23:00 horas, son hasta 135 minutos al día en los que flaquea la vigilancia en las dos terminales del AICM por los elementos que dejan sus puestos para concentrarse, entregar tarjetas de identificación y esperar el autobús.
La Comisión Nacional de Seguridad (CNS) informó esta semana que la disposición del pase de lista en el Centro de Mando y el traslado ida y vuelta es “con el objeto de preservar la integridad física de los elementos adscritos al AICM así como tener un mayor control”.
Pero los agentes revelaron a este diario que luego del pase de lista o servicio en el Centro de Mando, quedan igual de vulnerables que si se les dejara salir a pie del AICM y tienen que andar expuestos como policías desarmados en Iztapalapa y otras zonas de la capital.
“Al centro de mando hay que llegar uniformados cargando con todo, amontonados en taxis. Vamos sin estar armados, o sea que si nos quieren hacer algo estamos indefensos. No podemos ir todos cubiertos de civil porque ya bastante tenemos con ir cargando radios, gorros, papeletas, y chamarras oficiales”, indicó otro policía.
De acuerdo con los agentes, no tienen derecho a estacionar vehículos propios dentro del Centro de Mando .