WASHINGTON. En un discurso extraordinario en el Senado, la demócrata Dianne Feinstein reveló públicamente y con intensidad lo que hasta ahora era una callada disputa entre el Congreso y la agencia de espionaje. Feinstein agregó que el caso ha sido remitido al Departamento de Justicia para que realice una investigación mayor.

 

 

Tanto Feinstein como la CIA han acusado al personal del otro de conducta impropia. La senadora dijo que tenía “temores serios de que la búsqueda de la CIA bien pudo haber violado los principios de separación de poderes consagrados en la Constitución de Estados Unidos”.

 

 

En 2009, la CIA entregó computadoras a personal del Congreso en un cuarto seguro en el norte de Virginia para que el grupo pudiera revisar millones de páginas de documentos ultra secretos como parte de una investigación sobre las detenciones e interrogatorios de la CIA durante la administración Bush.

 

 

La cuestión ahora es si la CIA violó su acuerdo con la Comisión de Inteligencia del Senado sobre el monitoreo del uso de las computadoras de la CIA por parte del panel porque en un momento dado tomó la decisión unilateral de retirarles la información.

 

 

Feinstein dijo que los miembros del equipo del Senado tenían una herramienta de búsqueda electrónica para revisar 6.2 millones de páginas de documentos y tenían capacidad de hacer copias en sus equipos. La senadora agregó que el acuerdo sufrió un golpe grave cuando personal de la CIA le retiró a la comisión el acceso electrónico a los documentos que ya habían sido proporcionadas al panel. Sin embargo, al parecer, el Senado obtuvo los documentos a través de otras vías.

 

 

“A principios de enero, la CIA informó al comité de que no le proporcionaría el documento interno de Panetta, por su naturaleza deliberativa”, explicó Feinstein.

 

Dijo que unos 870 documentos fueron retirados en febrero de 2010 y que 50 más fueron retirados sin el conocimiento de la comisión.

 

Días después, añadió la presidenta del Comité de Inteligencia, el actual director de la CIA, John Brennan, se reunión con ella y con el vicepresidente del Comité, el republicano Naxby Chambliss, y les avisó de que, sin previa notificación o aprobación, la CIA había llevado a cabo una “búsqueda” en los computadores del personal del comité.

 

“La CIA no preguntó al comité o a sus ayudantes si habían tenido acceso al documento o cómo lo habíamos conseguido, simplemente fue y buscó en los computadores del comité. Aún no ha preguntado cómo ha obtenido el comité el análisis de Panetta”, señaló.

 

 

Según la senadora, Brennan argumentó que la búsqueda en los computadores se realizó porque la CIA recibió informaciones de que miembros del Comité podrían haber tenido acceso al documento de Panetta por métodos ilegales

 

 

Sin embargo, Feinstein negó esas acusaciones y destacó que, cuando se produjo la intrusión en las computadoras del personal del Senado, “la búsqueda no sólo incluyó los documentos proporcionados al comité por la CIA, sino también su red interna, su trabajo y sus comunicaciones”.

 

 

La senadora aseguró también que el inspector general de la CIA, David Buckley, ha comenzado una investigación interna de las actividades de la agencia y ha referido el caso al Departamento de Justicia, dada la posibilidad de que se haya producido una violación delictiva.

 

 

 

Brennan lo niega

 

El director de la CIA, John Brennan, rechazó categóricamente que la agencia de inteligencia haya espiado los computadores del Comité de Inteligencia del Senado de Estados Unidos, tal y como denunció la senadora demócrata Dianne Feinstein.

 

“Nada está más lejos de la verdad, no lo haríamos (…) La CIA no ha espiado de ningún modo el comité o el Senado”, afirmó Brennan sobre la acusación realizada por Feinstein.

 

“Creemos fuertemente en la necesidad de supervisión por parte del Congreso”, subrayó Brennan en una conferencia en el Conference Foreign Relations de Washington.

 

Brennan indicó, no obstante, que no siempre está de acuerdo con los legisladores.

 

“Los miembros del Congreso nos suelen realizar preguntas complicadas”, apuntó, y recalcó que éstas dan lugar “frecuentemente a lo que yo llamaría animadas y deportivas discusiones”.

 

El director de la CIA reconoció, no obstante, los “errores” cometidos dentro de los programas de interrogación.

 

“La CIA tiene más que suficientes desafíos en la actualidad. Y queremos dejar atrás el capítulo de detenciones e interrogaciones”, añadió Brennan.