PALMA DE MALLORCA. El juez que investiga el supuesto desvío de fondos públicos a una entidad presidida por el yerno del rey de España, Iñaki Urdangarin, no le imputará por blanqueo de capitales, tal como había solicitado la acusación popular.
El juez José Castro anunció esa decisión en el marco de la instrucción del llamado “caso Nóos”, por el nombre del instituto sin ánimo de lucro que el esposo de la infanta Cristina presidió a mediados de la pasada década y al que supuestamente fueron desviados seis millones de euros de fondos públicos.
La decisión de no imputar a Urdagarin por blanqueo de capitales se aplica también al que fue su socio en el Instituto Nóos, Diego Torres.
Castro señala que aunque en un auto del pasado enero él mismo hizo “determinadas consideraciones sobre la posibilidad de iniciar una nueva línea de investigación” relativa al blanqueo en el que pudiera haber participado la infanta Cristina, “esta posibilidad se enmarcaba en un escenario hipotético que no se ha materializado”.
El juez llamará a declarar como testigo al expresidente de la región de Valencia Francisco Camps, con cuyo gobierno local tuvo contratos el Instituto Nóos.
Sin embargo, no llamará al exalcalde de Madrid y actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardon, como había solicitado la defensa de Diego Torres para que explicara su participación en la contratación de Nóos con el fin de promocionar la candidatura de la ciudad a los Juegos Olímpicos de 2016.
Al margen de las peticiones de las acusaciones populares personadas en la causa, la fiscalía anticorrupción plantea para Urdangarin la hipótesis de delitos de malversación, prevaricación, falsedad documental, fraude a la Administración y dos delitos fiscales.