BRASILIA. Pese al clima de protestas que prevalece en Brasil, el Mundial 2014 será el más seguro realizado hasta ahora, aseguró el jueves el ministro de Deporte, Aldo Rebelo.
El ministro afirmó en una conferencia con corresponsales extranjeros que las manifestaciones que ocurran en el país durante el Mundial, como las que sacudieron a Brasil durante la Copa Confederaciones del año pasado, no pondrán en peligro a los visitantes.
“El Mundial en Brasil será el más seguro del mundo. Estadísticamente la incidencia de ese tipo de eventos como atentados en Brasil, es de cero. No somos una sociedad marcada por disputas fratricidas, odios religiosos, étnicos o nacionales”, sostuvo Rebelo.
“Tenemos 16,000 kilómetros de frontera terrestre y ni un palmo es reivindicado por nadie, no tenemos apartheid étnico, no hacemos guerra de agresión. Tenemos 8,000 kilómetros de litoral y nadie reclama ni una piedra, ni un atolón, ni una isla. No veo que Brasil se exponga a los riesgos que la humanidad infelizmente aún respira”, agregó el ministro.
Sin embargo, el país se vio sacudido el año pasado por una ola de protestas en demanda de mejores servicios que incluyó reclamos por el alto costo de las obras para preparar el Mundial. Algunas de las manifestaciones llegaron a ser violentas, con agresiones entre activistas y policías y depredación de edificios.
Al respecto, Rebelo insistió en que las manifestaciones son organizadas por grupos conocidos y sus actos están protegidos por ley siempre y cuando no incurran en violencia, en cuyo caso las autoridades deben intervenir. “No necesitamos más instrumento que la ley para enfrentar eso”, dijo el ministro.
La presidenta Dilma Rousseff admitió recientemente que las fuerzas armadas podrían ser convocadas para controlar manifestaciones violentas que pongan en riesgo el Mundial, y el propio Rebelo indicó que la presencia de manifestantes enmascarados son una fuente de preocupación por su tendencia a recurrir a la violencia, como en febrero cuando un joven lanzó un fuego artificial que impactó en un camarógrafo, quien falleció poco después de sufrir el impacto.