La recomendación era instalar ruedas neumáticas en la Línea Dorada, porque garantizaba una operación sin contratiempos, no ruidosa para los capitalinos que se trasladan entre Mixcoac y Tláhuac, revela el Sistema de Transporte Colectivo Metro (STC).
No hicieron caso a los expertos y prefirieron las ruedas de acero que son hasta 40% más caras y reducen el tiempo de vida de los rieles.
“En el caso de los trenes neumáticos el desgaste de la pista de rodamiento es casi nulo, dado que el neumático es menos abrasivo”, señala la Evaluación Socio-Económica de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México.
“En 38 años de servicio (de las ruedas neumáticas) solo han tenido que cambiarse en la parte superficial de la Línea 2 (Cuatro Caminos a Taxqueña) para evitar patinajes y deslizamientos en tiempos de lluvia, y en algunos tramos de la Línea 1 (Observatorio- Pantitlán) por corrosión debida a excesiva humedad y no por fin de vida útil”, agrega el análisis.
El documento confidencial, elaborado por la consultora Spectron Desarrollo y presentado en 2009 a las empresas constructoras del proyecto bandera de Marcelo Ebrard, ex jefe de gobierno del Distrito Federal, detalla las especificaciones y necesidades.
“Para la rueda de acero, aunque la fricción entre ésta y el riel es menor, la mayor abrasión provoca desgastes importantes que conllevan el cambio de tramos de riel completos en tiempos más cortos que para la rodada neumática”, explica.
“También, la diferencia de peso entre del riel normal del sistema de vía férrea (115 Ib/yd) y el del riel seguridad de la vía neumática (80 Ib/yd), incrementa directamente el costo del primero (40%), mientras su vida útil, por la mayor frecuencia de uso, se reduce respecto a la del segundo”, comenta el estudio en sus especificaciones.
Ayer, 24 HORAS informó que la obra de la Línea 12 del Metro está bien hecha. El problema con los rieles fue provocado por los trenes, que no son compatibles con la vía, aseguró el consorcio constructor de la obra, formado por las empresas Ingenieros Civiles Asociados (ICA), Carso Infraestructura y Construcción y Alstom Mexicana.
En respuesta, Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) comentó que el STC Metro certificó el cumplimiento de los parámetros de operación y extendió las actas correspondientes de los trenes.
El deslinde
El martes pasado, después de que el GDF decidiera suspender el servicio en 11 estaciones de la Línea Dorada, el consorcio constructor aclaró que no se encargó de traer los trenes, sino que el GDF los arrendó a Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF), operadora del Tren Suburbano.
“El consorcio integrado por ICA-Carso-Alstom ejecutó el proyecto bajo los estándares de calidad y seguridad conforme a los criterios de diseño, ingeniería básica y especificaciones del sistema de vías proporcionados por el Proyecto Metro del Distrito Federal y el Sistema de Transporte Colectivo”, señaló ICA, Carso y Alstom.
El análisis de costo-beneficio expone que los precios asociados a la construcción de la Línea 12 del Metro comprenden: “Costos de inversión y costos de las molestias provocados por las obras, así como costos de operación y costos de mantenimiento”.
Los costos de inversión son todos relacionados con las obras civiles, obras inducidas, costos de estudios, construcción de estaciones, equipamientos, sistemas electromecánicos y sistemas secundarios como señalizaciones, telecomunicaciones, peaje, pilotaje y simuladores de cabina, así como afectaciones ejidales y privadas, dice el documento del Metro.
“El total de inversión asciende a 24 mil 512 millones de pesos (precio privado sin IVA expresado en pesos del año 2009)”, precisa.
El análisis de evaluación agrega que los costos de las molestias provocados por las obras son aquellos provocados por el aumento de tiempo de desplazamiento para la población causados por los cortes viales.
“Estos costos van desde 312 millones de pesos en el año de inicio de obras (2008) hasta dos mil 134 millones de pesos 2012”, enfatiza.
El Metro señala que los costos de operación incluyen costos de personal, materiales, servicios, maquinaria y energía eléctrica. De estos costos mencionados, todos corresponden a costos fijos anuales a excepción de la energía eléctrica.
“El total de costos de operación fijos anuales es de 333 millones de pesos (precio social sin IVA expresado en pesos del año 2009), mientras que los costos de operación variables fluctúan entre valores de 121 millones de pesos y de 124 millones de pesos”, concluye.