SAO PAULO. Los taxistas de Sao Paulo, la mayor ciudad brasileña, estudian realizar una huelga general, con la que pretenden bloquear el perímetro urbano, como represalia por el anuncio de prohibición de circulación en los corredores exclusivos para autobuses, informó hoy una fuente próxima al sindicato.

 

Según José Jovino, vocero de una de las cooperativas de taxistas de la ciudad, la Asamblea del sindicato definirá en los próximos días si se realizará la huelga y para cuándo, pero lo que si está determinado es que sería antes del Mundial como una forma de presión para el alcalde, Fernando Haddad.

 

“Vamos a paralizar la ciudad y el alcalde va a tener que entender que sin un sistema de autobuses y metro ideal, los turistas y los propios paulistanos tienen al taxi como uno de sus principales medios de transporte para el Mundial”, declaró Jovino a Efe.

 

La medida, que entró en vigor este fin de semana, impide que los taxis con pasajeros circulen durante las llamadas “horas pico” (de las 7.00 a las 10.00 horas y de las 17.00 a las 20.00 horas) en los corredores de autobuses, como antes era permitido.

 

En esos horarios, los de mayor congestión de tráfico en la ya caótica metrópoli, unos 35.000 taxis tendrán que compartir las vías con los millones de vehículos particulares que circulan con más intensidad durante la salida de los colegios y trabajadores.

 

El gremio de los taxistas fue uno de los soportes políticos para que Haddad venciese en las elecciones de 2012 y reconquistara para el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) la administración de la mayor ciudad del país.

 

La administración municipal defiende que los autobuses, sin taxis en sus corredores, circularán un 20 % más rápido y para compensar en parte la situación de los taxistas les permitió circular en otras vías que antes eran de uso restricto para el transporte público masivo.

 

Vehículos oficiales y diplomáticos, que como los taxis con pasajeros podían circular en la mayoría de los corredores de autobuses serán multados a partir de ahora.

 

Sao Paulo, con un sistema de metro subterráneo y trenes metropolitanos que no llega a puntos claves de la ciudad, como sus dos aeropuertos, centro de exposiciones y estadios Pacaembú y Morumbí, y un servicio de autobuses bastante criticado, impulsa el uso de taxis para atender la demanda del Mundial.

 

“No se puede pensar en promocionar cursos de inglés y español, capacitarnos para atender turistas y al mismo tiempo crear un caos en el tráfico de esta ciudad que convive con eso todos los días”, afirmó Jovino.

 

Sao Paulo, entre otros partidos, será la sede del juego inaugural entre las selecciones de Brasil y Croacia por el Grupo A el próximo 12 de junio en el estadio Arena Corinthians, en el extremo oriental de la ciudad.