El ego es parte de nuestra esencia (por decirlo de alguna forma), es necesario porque nos permite elegir lo correcto y tomar una decisión acertada en pos de nuestra seguridad, claro con ayuda del sentido común. Pero en su forma más oscura el ego es paranoico, está urgido por satisfacer sus necesidades y hará lo posible para lograr acceder a la “perfección” creada por su visión cerrada de las cosas. El ego manipulará al individuo, hará que lo oiga sobre toda razón y lo guiará hasta alcanzar eso que tanto ambiciona, no importa si la persona tiene que matar, herir, torturar o vender la misma alma a fuerzas malignas.
Una muestra contundente de la manifestación del egoísmo absoluto es el vampirismo, no importa cuán romántica sea la idea de vida eterna, la realidad es que un vampiro nace de un asesinato, generado de un deseo egocéntrico, ya sea venganza, obsesión o lujuria y deja como resultado a otro ser desalmado, lleno de las mismas ambiciones y un hambre que solo puede ser satisfecha devorando vidas inocentes. Por supuesto que las leyendas de vampiros son solo ficciones, casi todas tienen sus orígenes en historias reales como la de Elizabeth Báthory y Vlad Tepes, relatadas una y otra vez en cuentos, novelas y claro cómics; recientemente en Europa se publicaron algunas novelas gráficas muy recomendables sobre estos personajes, realizadas por los artistas franceses Pascal Croci y Françoise-Sylvie Pauly.
Pascal Croci es reconocido en el mundo de la ilustración francesa como un artista impecable, con una visión única a la hora de crear viñetas que transportan al lector a escenas escalofriantes e impactantes. Françoise-Sylvie Pauly se ha vuelto su guionista de cabecera –al menos por cuatro publicaciones-, debido a que sus argumentos logran captar la narración que realiza Croci a través de sus dibujos. Los trabajos realizados por ambos han recibido muy buenas críticas y varias nominaciones a premios de periodismo y cómics en Europa.
Croci y Pauly abordan el mito de Drácula en dos novelas gráficas basadas tanto en la vida de Vlad Tepes como en la obra de Bram Stoker. En 2005 es publicada Drácula, Le Prince Valaque Vlad Tepes basada en la narración de la viuda de Tepes, donde relata la historia del Príncipe Valaco y su trágico camino hacia la perdición. La novela gráfica está basada en las historias reales del noble de Transilvania y su brutal forma de tratar a sus enemigos. En la segunda novela: Le Mythe raconté par Bram Stoker publicada en 2007, narra la visión del vampiro de Stoker en voz de los protagonistas secundarios de su novela -Jonathan Harker, Mina Murray y el profesor Abraham van Helsing- para darnos un amplio panorama de la imagen del Drácula. Aquí Pascal Croci y Françoise-Sylvie Pauly juegan con el mito creado por Stoker y entregan buenos relatos de ficción ampliando el universo del Conde de Transilvania.
Para 2009 los autores franceses vuelven a visitar a los egocéntricos nobles balcánicos, al abordar la historia de Elizabeth Báthory. En la leyenda de la aristócrata húngara se narra cómo ella asoló las cercanías de su castillo en Transilvania, secuestrando y torturando jóvenes chicas, a las cuales desangraba para poder bañarse en su sangre y con ello lograr juventud eterna. Llevada por sus egocéntricos deseos llegó a cometer 612 asesinatos que la colocaron como la persona que más homicidios ha cometido en la historia. Croci y Pauly toman como contexto la leyenda alrededor de la “Condesa Sangrienta” y crea una estupenda novela gráfica, aunque no tan buena como las de Drácula. Las tres novelas gráficas son editadas por Emmanuel Proust Editions en Francia, y poco después se editaron en español por Norma Cómics, lo que las hace de fácil acceso.
Lo más destacado de esta serie son sus ilustraciones que en verdad nos transportan a un mundo tétrico donde los egos vampíricos atemorizan a las almas inocentes. El trabajo de esta dupla de artistas franceses es muy destacado, no duden en buscarlo.