Después de todo, McLaren no estaba tan equivocado. El novato piloto danés que contrataron en lugar del mexicano Sergio Pérez se convirtió en el más joven de la historia en subirse al podio tras su primera carrera en la Fórmula Uno, hazaña que de todas formas apenas habían logrado otros dos corredores.

 

Lo más sorprendente de todo es justo que la Fórmula Uno no reaccionó con sorpresa ante el talento del joven danés, el primero de su país en subir a un podio. El piloto es seguido de cerca desde hace cuatro, se desempeñó en 2013 como probador de McLaren y fue campeón de las World Series Renault también el año pasado.

 

Con 21 años, se ha convertido en el piloto más joven en subir al podio, después de Sebastián Vettel en 2007. Pero en hacerlo en su debut superó a Lewis Hamilton, la estrella de Mercedes y máximo favorito al título de este año. Hamilton debutó con un tercer puesto en 2007. Antes Jacques Villeneuve había debutado en 1996 con un segundo puesto.

 

“Simplemente no me lo creo. Aunque no sea una victoria sabe como tal. El equipo viene de un año muy duro y ha tenido que trabajar con alguien como yo, sin ninguna experiencia en la F-1. Pero la verdad es que me han facilitado muchísimo las cosas”, dijo el piloto tras el resultado que le vino a caer de rebote considerando la descalificación del piloto de Red Bull Daniel Ricciardo, quien se había colado al segundo puesto contra todos los pronósticos que presagiaban una temporada de pesadilla para la escudería del toro rojo. Así que no hay que descartarlos todavía y menos a Sebastián Vettel.

 

Volviendo a Magnussen, el piloto se ha beneficiado del nuevo empuje de McLaren, que por nada del mundo está dispuesto a tener una temporada tan mala como la que vivió en el 2013. El danés tiene 21 años y es hijo de un ex corredor de la Fórmula Uno, Jan, quien compitió en 25 carreras pero sólo consiguió un punto.

 

Fue en los ensayos de 2012 cuando los ingenieros de McLaren se dieron cuenta de que Magnussen tenía un potencial tremendo. Tanto por su destreza manejando, como por la capacidad que demostró al analizar los datos. Así que a nadie le asombró que de golpe esté entre los pilotos a seguir del campeonato. REDACCIÓN

 

En noviembre de 2012, al finalizar su primera temporada en las World Series —séptimo con un triunfo en Spa—, McLaren le subió por primera vez a uno de sus bólidos. En aquellos ensayos de Abu Dabi, más de un ingeniero alucinó, tanto por su destreza al volante como por sus minuciosos análisis. “La F-1 ya sabía el talento que tenía Kevin antes de este fin de semana”, confesaba Jenson Button la noche del sábado. “A pesar de su inexperiencia es uno de esos tipos que aprenden rápido”, añadió el campeón del mundo de Frome, que finalmente completó el podio.

 

, afirmaba ayer este chaval con pinta de matemático que se decidió por lucir el dorsal 20 al ser el mismo con el que el año pasado se proclamó campeón de las World Series con DAMS.

 

Lo suyo ha sido un doble salto mortal en toda regla, una pirueta que, sin embargo, en los despachos del Technology Center no generó el más mínimo resquicio de duda. Tanto es así que a nadie le tembló el pulso a la hora de deshacerse de Checo Pérez para meterle a él dentro del MP4-29. El personal de esta instalación más propia de una película del espacio que de una fábrica de coches llevaba monitorizando su trayectoria desde 2010, cuando le abrigó bajo su paraguas con un único propósito: esculpir al nuevo Hamilton.

 

“Es uno de esos pilotos que aprenden rápido”, dice de él Jenson Button

 

“A pesar de su juventud e inexperiencia ha conducido como si llevara 100 grandes premios a sus espaldas. Ha sido una carrera muy complicada, pero se las ha arreglado sin cometer ningún error”, le piropeó Eric Boullier, el nuevo director deportivo de McLaren.

 

Hace dos años, la segunda estructura más fructífera de la especialidad se sintió apuñalada cuando Lewis Hamilton, el hijo pródigo, dio un portazo y se fue a Mercedes, pero su versión mejorada perece haber llegado. Es danés y se llama Kevin Magnussen.