BRUSELAS. Un rugido ensordecedor, los primeros aviones de vigilancia aérea de la OTAN despegaron de la base Geilenkirchen de Alemania para sobrevolar Ucrania.
Fue el indicio de una nueva misión para la organización militar de 65 años a la que muchos consideraban un anacronismo costoso.
La crisis en Ucrania “es providencial desde el punto de vista de la OTAN”, dijo Nick Witney, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores. “Le insufla una nueva vida”.
El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, viajó el martes a Washington para conversar sobre la crisis. Y simultáneamente, el vicepresidente estadounidense Joe Biden llegó a Polonia en una clara demostración de que Estados Unidos, además de la OTAN, apoya a los socios de la alianza militar más preocupados por la situación.
“En un momento como este, todos apreciamos de un modo especial el hecho de que estamos en la OTAN”, afirmó recientemente el presidente polaco Bronislaw Komorowski.
La alianza de la OTAN fue forjada al término de la Segunda Guerra Mundial, cuando occidente enfrentaba a la Unión Soviética en un contraste directo entre el capitalismo de libre mercado y el comunismo, una batalla ideológica que había dividido en dos a Europa.
El papel de la OTAN, que fue esencial durante la Guerra Fría cuando enfrentó al Pacto de Varsovia, apoyado por los soviéticos, en una amenaza mutua de proyectiles nucleares, ha sido cuestionado desde el desplome del comunismo, y todavía más después de la guerra de los Balcanes de los años 90.
En los últimos tiempos se amplió para incluir muchos antiguos miembros del Pacto de Varsovia y ensanchó su ámbito geográfico con operaciones en Afganistán y Libia. Pero ha sido Putin quien le dio nueva credibilidad a la alianza con su incursión en la península de Crimea.
Además del despliegue de los aviones de reconocimiento aéreo AWACS, Gran Bretaña decidió el lunes despachar aviones Typhoon el mes próximo para reforzar la misión de vigilancia báltica de la OTAN. La fuerza aérea estadounidense patrulla las fronteras de los países bálticos con aviones de guerra Eagle F-15C.
La semana pasada, Estados Unidos envió 300 soldados y una docena de aviones F16 a Polonia para ejercicios conjuntos, como también en demostración de apoyo a un socio en la OTAN.
De pronto, las naciones que en el pasado estuvieron controladas por Moscú anhelan la protección de la OTAN.
“Sería difícil imaginar una garantía más firme para la seguridad de Polonia”, afirmó Komorowski, cuyo país cumplió 15 años en la OTAN la semana pasada.