La historia del divorcio entre Sebastián Rulli y Ceci Galliano ha sido larga, hubo enojos y desacuerdos, hay demandas en los juzgados y aún no se resuelven, ya que están en proceso. Sólo ellos saben lo que hay en el fondo. Ceci dice que con papeles en mano, dirá toda la verdad, para que sepamos quién miente. Mientras que Sebastián, se había mantenido al margen, pero se cansó de los ataques y decidió dar una entrevista.
El actor dejó claro que nunca hablará mal de la madre de su hijo, pero quiere que se sepa que no se robó ninguna camioneta, la vendió porque fue un regalo y fue la misma Ceci quien endosó la factura, aunque ella lo haya olvidado, él vendió el vehículo y por eso no puede devolverlo. Ella alega que falsificaron la firma y que eso es un fraude, porque la vendieron sin su autorización. El caso es que la justicia dará la razón a quien la tenga.
Uno escucha ambas versiones y no sabe a quién creerle, las dos partes suenan convincentes, lo único que es doloroso es ver como el amor tan grande que hubo algún día, se transforma en odio y sed de venganza, lamentablemente son pleitos interminables, donde los únicos que ganan son los abogados, y no en este caso, en cualquiera, es triste la forma en que la gente se va enojando y entran a un terreno donde nadie quiere ceder, para demostrar quién puede más.
En este asunto, no hay que olvidar que hay un niño, que aunque ahora no se dé cuenta al cien por ciento, a futuro les recordará o recriminará lo mal que la pasó, pues ver pelear a mamá y a papá, siempre deja huella.
Hay más…pero hasta ahí les cuento.