“Pertenezco a la quinta generación de una familia de mezcaleros. Es un oficio que aprendí de mi padre, y mi padre de mi abuelo; y así en cada caso. Es una labor paciente que exige mucha dedicación, un gran respeto por la naturaleza y un cuidadoso seguimiento en los procesos de producción.
“Es algo que aprendes a través de los años, pero que empiezas a descubrir desde la infancia, cuando ves el esfuerzo que realizan tus padres en cada faena, poniéndole atención a cada detalle hasta llegar al momento en que el mezcal está listo para su consumo”, dijo Emilio Vieyra Vargas, director de la empresa michoacana Don Mateo de la Sierra, en el marco de la cata realizada recientemente con lectores de Vida + en Taco Bistro Mezcalería.