Una máquina es capaz de leer un tatuaje emitiendo una serie de sonidos muy particulares y convirtiendo al ser humano en partitura.

 

El extraño instrumento fue creado por el ruso Dmitry Morozov, quien se ha propuesto convertir su brazo en una especie mástil.

 

El tatuaje ha sido diseñado por el propio Morozov, consiguiendo controlar la velocidad y la longitud de los sensores con el movimiento de su brazo, dando como resultado una cantidad de patrones.

 

Llamado “Reading my body” o Leyendo mi cuerpo, la máquina cambia el orden de los factores, convierte al instrumento en activo y al humano en pasivo.

 

El resultado es impresionante y parece sacada de una película de ciencia ficción.