CARACAS. Grupos violentos saquearon e incendiaron una universidad y oficinas públicas en el estado de Táchira mientras algunos comercios fueron atacados en Carabobo, en el marco de un mes de violentas protestas opositoras en Venezuela.

 

El gobernador de Táchira, José Gregorio Vielma Mora, condenó el viernes las acciones de violencia en su estado. “No hay justificación”, dijo a Venezolana de Televisión al relatar que la Universidad Nacional Experimental de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana fue quemada tres veces esta semana.

 

Agregó que “ya tenemos capturadas a tres personas que tenían televisores, computadoras, plasmas, equipos… robo, saqueo, quema”.

 

Trabajadores de la universidad dijeron en televisión que los expedientes de los egresados y todo el material administrativo de la casa de estudios se había perdido.

 

En tanto, el titular del Ministerio de Medio Ambiente Miguel Leonardo Rodríguez indicó que la entidad en Táchira fue asaltada el jueves por la noche.

 

Los atacantes entraron de manera violenta a la sede ministerial, quemaron un vehículo, “sacaron las computadoras y todos los equipos”, escribió Rodríguez en su cuenta de Twitter y calificó a los perpetradores de “terroristas”.

 

El director, Gilmer Zambrano, de la sede medioambiental en Táchira, indicó que los ataques fueron obra de unas 200 personas.

 

“Manifestantes afectos a la oposición arremetieron contra este ministerio”, comentó Zambrano.

 

Táchira, al suroeste de la capital y sobre la frontera con Colombia, es una de las regiones en las cuales se iniciaron en febrero las protestas de opositores al gobierno del presidente Nicolás Maduro.

 

La capital de Táchira, San Cristóbal, permanecía el viernes semiparalizada, dijo a The Associated Press Freya Mendoza, una de las voceras del alcalde opositor de esa ciudad Daniel Ceballos, quien fue apresado el miércoles por la noche acusado de instigar la violencia en las calles.

 

“El comercio está cerrado, no hay transporte urbano, pero tampoco protestas por ahora”, comentó Mendoza. “Anoche (jueves) sí hubo fuertes enfrentamientos en algunas zonas de la ciudad”, agregó.

 

También el jueves por la noche pero en el municipio San Diego del estado Carabobo, al centro norte de Venezuela, grupos violentos destrozaron una procesadora de carne estatal y quemaron un vehículo de una compañía de teléfonos, informó a Venezolana de Televisión el director de Planificación y Estrategia del Centro de Investigación en Educación y Seguridad Vial de ese estado, Jacobo Vidarte.

 

También fue incendiado un supermercado “que resultó completamente destruido por las llamas”. Vidarte indicó que en el resto de Carabobo la situación el viernes era normal.

 

La víspera, una marcha en Caracas para pedir la liberación de los alcaldes opositores Ceballos y Vicencio Scarano, de San Diego, terminó en un enfrentamiento entre manifestantes y policías que usaron gases lacrimógenos y camiones lanza agua para dispersarla.

 

Ceballos espera ser juzgado mientras Scarano fue condenado en un juicio relámpago a 10 meses de cárcel por no impedir en sus alcaldías las llamadas “guarimbas”, barricadas en las calles con palos, escombros, clavos y botellas.

 

Los enfrentamientos en Venezuela han dejado hasta ahora al menos 28 muertos, entre ellos cuatro uniformados.

 

Universitarios y opositores, esencialmente de clase media, protagonizan desde febrero protestas callejeras contra la inflación -que en el segundo mes del año alcanzó una tasa anualizada de 57,3%-, la escasez de bienes básicos y la creciente criminalidad.

 

Maduro, de 51 años, rechaza las protestas, a las que considera parte de un plan de la oposición para promover un golpe de Estado.

 

El bloque oficialista, que ganó por amplia mayoría las elecciones municipales de diciembre, se ha mantenido cohesionado en medio de la crisis política y económica que enfrenta el país. Maduro ha contado con el apoyo de la Asamblea Nacional, que es controlada por el oficialismo, el Poder Judicial y las fuerzas armadas.

 

Paralelamente, la diputada opositora María Corina Machado, férrea crítica de Maduro, viajó a Washington para hablar ante la OEA de la situación del país con los gobiernos de la región, pero lo hizo sentada en el lugar de Panamá, que cedió su asiento.

 

Venezuela rompió relaciones con Panamá recientemente.

 

Machado pidió “la aplicación de la carta (democrática interamericana) y que se convoque una reunión del consejo permanente y de cancilleres para conocer la crisis democrática en Venezuela”. El instrumento sanciona a los gobiernos que rompan el orden democrático.

 

El secretario general de la OEA José Miguel Insulza expresó que la aplicación a Venezuela de la Carta Democrática Interamericana no se justifica porque el hilo democrático no se ha interrumpido en el país.