En varios libros de historia de México asignan a Malinalli Tenépatl como una mujer traidora. Qué prefirió ayudar a los españoles extranjeros, que a su propia gente. Incluso en la actualidad nosotros los mexicanos usamos el término “malinchista” para referirnos a alguien que prefiere las cosas extranjeras y, para otros más, la palabra “malinche” es sinónimo de “traidor”.
¿Qué tanto de verdad hay en ello? En el momento que tomamos en consideración que Malinalli fue regalada o vendida como esclava por su madre, la cual la declaró muerta para absolver su culpa. Desamparada, fue vendida a unos mercaderes xicalancos, que la vendieron a los tabasqueños, quienes, derrotados por Hernán Cortés, regalaron la esclava al conquistador. Cortés a su vez, la regaló a Alonso Hernández Portocarrero, uno de sus capitanes.
Posteriormente, Cortés la utilizó como interprete reconociendo su habilidad de hablar tres idiomas, la hizo su querida, y tuvo un hijo con ella, que jamás reconoció. Malintzin, como también fue nombrada, siempre prefirió apoyar las negociaciones activamente en lugar del derramamiento de sangre de su pueblo, el cual siempre la desconoció por el simple hecho de ser mujer.
¿Aún les queda la idea de que fue una traidora? O que fue una mujer sumamente inteligente y fuerte que supo vivir la vida de acuerdo a las circunstancias.
Malinalli Tenépatl, también conocida como Malintzin, la Malinche o Doña Marina (ca. 1500-152_) posiblemente nació en Oluta, Veracruz, cerca de Coatzacoalcos. Nacida en la clase alta de la sociedad mexica, según Bernal Díaz del Castillo (conquistador español y cronista de Indias, 1492 – 1585), sus padres fueron señores y caciques de un pueblo llamado Paynalla.
Al morir el padre, su madre se volvió a casar con el hermano del padre de Malinalli, y dio a luz a un varón. Aunque Marina era la primogénita y heredera legítima, su madre y su padrastro favorecieron al nuevo bebé por ser varón. Para asegurar que el nuevo vástago fuera heredero único, su madre la regaló como esclava y la declaró muerta.
Antes de convertirse en propiedad del cacique de Tabasco, Malinalli, viajó en cautiverio desde su región natal donde se hablaba náhuatl a las regiones de Yucatán, donde se hablaba maya, aprendiendo dicha lengua. Cuando Cortés derrotó a los tabasqueños, recibió a Malinalli como esclava, descubrió que ella hablaba náhuatl y maya, así que la empezó a utilizar como intérprete.
Jerónimo de Aguilar – náufrago español que había estado cautivo y que fue rescatado por Cortés en Cozumel – había aprendido maya en su cautiverio. Al conocer a Malinalli, él se encargó de la traducción del maya al castellano. Así, con el uso de tres lenguas y dos intérpretes, se llevaron a cabo todos los contactos entre españoles y mexicas. Posteriormente Malinalli también aprendió castellano.
También se le conocía como Malintzin, nombre original más el sufijo; tzin, que indicaba jerarquía y nobleza, o bien La Malinche, convirtiendo el sonido tzin-é a la ch española. Malinalli Tenépatl, en náhuatl y Marina La Lengua, en castellano – en referencia a su capacidad expresiva – siempre expresado como Doña Marina, por su reconocida facilidad de palabra. Fue también el nombre de bautizo que le fue otorgado.
Cortés siempre respetó, y tuvo cariño por Marina. En una carta dejó escrito, “Después de Dios, le debemos la conquista de la Nueva España a Doña Marina”.
Aunque las habilidades de Malintzin jugaron un papel importante en la conquista, los historiadores no la consideran responsable del éxito de la conquista española. Fue más bien, el voraz apetito de los españoles por el oro, el gran impacto de la viruela y por supuesto, la superioridad militar. Es evidente qué más allá del trabajo como intérprete, Doña Marina asesoró a los españoles sobre las costumbres sociales y militares de los nativos, realizó también tareas de lo que hoy llamamos “inteligencia” y “diplomacia”, jugando un papel importante durante la primera parte de la conquista.
Ella fue desdeñada por su gente, y no debía lealtad a ninguna cultura. Aprovechó sus facultades interpretativas para asegurar una posición social. Hay evidencia de que una vez que se unió a la causa española fue totalmente leal a Cortés, a pesar de las múltiples oportunidades que tuvo para traicionarlo.
Después de la conquista, Cortés, que tenía una esposa en España, demostró respeto y consideración por Marina, concertándole matrimonio con Don Juan Jaramillo, un teniente de Castilla. Marina sólo fue una de tantas mujeres indígenas que tuvo hijos con españoles, sin embargo es la más destacada. El hijo que tuvo con Cortés, Don Martín Cortés, fue el primer mestizo de relevancia histórica llego a tener un cargo en el gobierno, fue el Comendador de la Orden de San Jago. En 1548, fue acusado de conspirar en contra del virrey y posteriormente ejecutado.
Datos
- La Malinche, también tuvo una hija con su esposo, llamada Doña María. Convirtiéndola en una de las primeras madres con hijos de dos razas. Hay constancia de que Malintzin había muerto ya en 1529, por documentos de gestiones que su viudo hizo, para volverse a casar. Al parecer La Malinche, falleció debido a la viruela, por una epidemia que hubo en 1528 o 1529.
- Malintzin, tuvo un papel relevante en la Conquista de México. Bernal Díaz del Castillo, en su libro Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (1632), encomió repetidamente el compromiso de Doña Marina con los conquistadores y su valor en la batalla.
- En un país es considerada “valiente” y en otro es “traidora”, la historia se escribe de acuerdo a los ojos de quien lo ve.