El expresidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, dijo este día que la vigilancia de los organismos de inteligencia de ese país se ha salido de control desde los ataques del 11 de septiembre y que ahora escribe a mano y envía por correo cartas con contenidos delicados a líderes extranjeros y estadounidenses porque no puede confiar en su correo electrónico o su teléfono.

 

Carter empezó a hacer esto bastante antes de que el contratista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Edward Snowden, filtrara una serie de documentos el año pasado en los que revelaba que la NSA estaba recabando datos de llamadas telefónicas y correos electrónicos y había interferido secretamente en los principales enlaces de comunicación que conectan los centros de datos de Yahoo y Google en el mundo.

 

“No creo que haya duda de que la NSA u otras agencias monitorean y graban casi cada llamada telefónica que se hace en Estados Unidos, incluyendo celulares, y podría creer que los correos electrónicos también”, dijo Carter a la agencia The Associated Press en una entrevista. “Nos hemos sobrepasado bastante en las violaciones a los derechos civiles básicos en Estados Unidos, en lo concerniente a la privacidad”.

 

Se intentó establecer contacto telefónico con la NSA para conocer su opinión sobre las declaraciones de Carter sin recibir una respuesta inmediata.

 

Si los servicios de inteligencia vigilaran a Carter, podrían saber bastante de zonas en conflicto y crisis. Carter y su esposa Rosalynn han visitado más de 140 países. El expresidente está a cargo de The Carter Center, que lucha por los derechos humanos, realiza trabajo humanitario y ofrece mediación política y monitoreo de elecciones desde que salió de la presidencia en 1981.

 

Carter dijo que la vigilancia de las autoridades es tan omnipresente que ha optado por el “lentísimo correo” para tratar de evitar el espionaje.

 

“En los últimos dos o tres años, cuando quiero escribir una carta sumamente personal a un líder extranjero o incluso a algún líder estadounidense, la escribo a mano y la mando por correo, porque siento que mis llamadas telefónicas y mi correo electrónico están siendo vigilados, y hay algunas cosas que no quiero que nadie sepa fuera de mí y de mi esposa”, manifestó.

 

Es un panorama muy distinto al que había cuando Carter dejó la presidencia hace más de 30 años.

 

“Cuando estaba en la presidencia estaba muy preocupado por la intrusión de las agencias de seguridad, de las agencias de inteligencia en la privacidad estadounidense”.

 

Carter promovió que se establecieran las cortes especiales bajo la Ley de Vigilancia de Inteligencia en el Extranjero (FISA por sus siglas en inglés), que requería que las agencias federales de inteligencia obtuvieran la aprobación de un juez federal para ejercer su vigilancia sobre los ciudadanos estadounidenses.

 

“Cuando dejé la presidencia no podían hacer eso con ningún estadounidense”, sin la aprobación de la corte, dijo.

 

Pero la población y los representantes exigieron una mayor obtención de inteligencia tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en los que murieron cerca de 3.000 estadounidenses y esas garantías desaparecieron.

 

“Después del 11 de septiembre, bajo la presidencia de George W. Bush y la de Obama, la ley FISA ha sido modificada drásticamente”, dijo Carter. Ahora está “prácticamente por compromiso” ante el espionaje ilimitado, aprobado por los miembros del Congreso, que en su mayoría desconocían los detalles a menos de que estuvieran en los comités de inteligencia. (AP)