De los más de 2 mil 400 municipios que hay en el país, 16 tienen una característica en común: se han convertido en una trampa mortal para los militares. Cuatro de cada 10 muertes de soldados ocurridas desde 2006 en las acciones contra el narcotráfico y la delincuencia, han sucedido en esas localidades.

 

Se trata de municipios ubicados principalmente en el norte del país, como Reynosa, Monterrey o Badiraguato, aunque también hay sitios de Michoacán y Guerrero que resultan de alto riesgo para el Ejército.

 

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) actualizó este mes en sus bases de datos la relación de los elementos del Ejército y Fuerza Aérea caídos en las campañas contra la delincuencia. En total, desde el 1 de diciembre del 2006 al 28 de febrero de este año, suman 408 militares fallecidos.

 

Pero no todos los soldados han perdido la vida en combates directos. Más de 150 militares que participaban en los operativos murieron en accidentes con vehículos, manipulando el armamento y hasta atropellados.

 

Hay caídos de todos los grados, desde cadetes hasta capitanes. Todas las unidades del Ejército, incluyendo a las Fuerzas Especiales, han perdido elementos en las acciones contra los delincuentes.

 

El registro, de acuerdo a los datos oficiales consultados por 24 HORAS, ubica fallecimientos de militares en 22 estados del país. En ese universo llama la atención que hay áreas específicas de mucha mayor “mortalidad” para las filas castrenses.

 

De los 408 militares muertos dentro de las campañas contra el narcotráfico y la delincuencia, 155 casos se concentraron sólo en 16 municipios y ciudades. Es casi 40% del total.

 

El municipio que ha cobrado el mayor número de vidas de soldados es Reynosa, Tamaulipas, con 28 muertos. Le sigue Monterrey, Nuevo León, con 18 militares caídos; y Nuevo Laredo, Tamaulipas, con 16. Son localidades donde el enemigo en común son Los Zetas y el Cártel del Golfo.

 

Badiraguato, Sinaloa, de donde es originario Joaquín El Chapo Guzmán, líder de Cártel de Pacífico hasta su detención, también es una zona de alto riesgo para los militares, pues registra la muerte de 15 efectivos castrenses.

 

Uruapan, en Michoacán, considerado la puerta de entrada a la región de Tierra Caliente, y zona bajo dominio de cárteles como La Familia o Los Caballeros Templarios, suma 13 militares fallecidos; en tanto, la capital de Guerrero, Chilpancingo, acumula 11 efectivos castrenses caídos.

 

Los otros diez municipios y ciudades que les siguen, registran cada uno entre 5 y 6 fallecimientos de efectivos del Ejército y Fuerza Aérea. Se ubican en Tamaulipas, Zacatecas, Sinaloa, Michoacán y Sonora.

 

Además de estos sitios, los datos registran más de 40 localidades distintas en donde también se han registrado casos de militares, aunque ningún caso han sido más de cuatro fallecimientos.

 

Respecto a los estados, Tamaulipas es la entidad federativa con más militares caídos desde diciembre del 2006, al acumular 95 casos. Le siguen Michoacán que registra 49 militares muertos; Sinaloa con 46 casos; Guerrero con 34; Nuevo León con 32; Chihuahua con 28; y el resto en 17 estados más.

 

Enfrentamientos y accidentes

 

La mayoría de los fallecimientos de los militares se debe a enfrentamientos armados con los delincuentes. Son en total 201 muertos de esta forma, casi 50% del total.

 

Pero los datos de la Defensa Nacional también revelan decenas de casos en los que los efectivos que participaban en los operativos perdieron la vida accidentalmente.

 

Por ejemplo, en 93 fallecimientos de militares la información establece que el “tipo de evento” en el que perdieron la vida fueron “accidentes automovilísticos”. En otros 46 casos se debió a “accidentes aéreos”. Además hay siete casos donde se estableció que se trató de “accidentes con armas”, y en seis casos se fueron atropellamientos.

 

Y, aunque menos frecuentes, hay otras causas también identificadas como “golpes de calor”, “deshidratación, “caídas” e incluso descargas eléctricas.

 

En 31 decesos los datos establecen como “tipo de evento” el concepto de “ejecutado”. 24 HORAS solicitó a la Defensa Nacional una aclaración sobre el tipo de homicidio se refiere dicho término, pero hasta el cierre de esta edición no se recibió respuesta.

 

Hasta fuerzas especiales

 

Los datos oficiales de Sedena evidencian que los operativos contra la delincuencia han cobrado vidas en casi todas las unidades del Ejército y Fuerza Aérea, desde soldados, hasta pilotos y personal élite de fuerzas especiales.

 

El mayor número de caídos corresponde al Batallón de Infantería con 231 militares abatidos de sus filas, seguido del Regimiento de Caballería motorizado con 51, y el batallón de Policía Militar con 24, al igual que las Fuerzas Especiales que también registran 24 efectivos caídos.

 

Entre otras unidades, el Escuadrón Aéreo de la Fuerza Aérea mexicana acumula 22 bajas, principalmente pilotos y técnicos de mantenimiento.

 

Respecto a los grados, de los 408 militares muertos en las campañas antinarco, 174 eran soldados y 100 cabos. También hay sargentos, tenientes, capitanes, mayores y coronales. El único grado que no registra bajas es el de generales.

 

Del total de fallecidos, 376 eran elementos del Ejército Mexicano, y 32 de la Fuerza Aérea.

 

 

Podrán menores ingresar al Ejército

 

Aunque sean menores de edad, los jóvenes que tengan 15 años de edad cumplidos y deseen incorporarse al Ejército, podrán hacerlo a través del Sistema educativo Militar.

 

Esto luego del decreto del presidente Enrique Peña Nieto publicado ayer por el Diario Oficial de la federación, y que realiza modificaciones y adiciones al artículo 17 del reglamento de Reclutamiento de Personal para el Ejército y Fuerza Aérea mexicanos.

 

La principal adición es que ya podrán ingresar al sistema educativo militar menores de edad con el permiso de sus tutores.

 

“Podrán causar alta en el Sistema Educativo Militar como discentes (estudiantes), para su formación en las Instituciones Educativas Militares, los menores de dieciocho años con quince cumplidos, siempre que cuenten con el consentimiento del padre, madre, tutor o representante legal” indica el párrafo añadido.

 

También se agregan dos cosas más. Se estipula que la estatura mínima para las mujeres que deseen ingresar a unidades o departamentos será de 1.60. Esto es 5 centímetros más que lo contemplado originalmente.

 

Para los aspirantes a fuerzas especiales se especifica que además deben aprobar las pruebas físicas que se contemplen.