El volumen de agua requerido para la extracción de gas shale de 20 mil pozos mediante la técnica del fracking, prevista como parte de la reforma energética, equivale a lo que demanda cada año una población de 16 millones de habitantes.
De acuerdo con la Alianza Mexicana contra el Fracking, cada uno de esos pozos requerirá entre nueve y 29 millones de litros de agua para el proceso de extracción, lo que significa un gran volumen del líquido.
La iniciativa de reforma a la Ley Nacional de Aguas, que se prevé presente el Ejecutivo esta semana, podría incluir un apartado sobre las concesiones necesarias para la explotación de pozos, principalmente en el norte del país.
De acuerdo con la Alianza, el principal riesgo del fracking es la contaminación de los mantos acuíferos debido a que se utilizan más de dos mil 500 productos y 750 tipos diferentes de químicos en el fluido de perforación.
¿En qué consiste?
Consiste en la extracción de gas natural mediante la fracturación de la roca. Para extraer el gas atrapado en la roca se utiliza una técnica de perforación mixta: en primer lugar se perfora varios kilómetros en vertical y después otros más en horizontal. Entonces se inyecta agua con arena (98%) y una serie de aditivos químicos (2%) a gran presión. Esto hace que la roca se fracture y el gas se libera y asciende a la superficie a través del pozo.
Estudios referidos por la asociación señalan que más de 25% de estas sustancias pueden causar cáncer y mutaciones, 37% afecta al sistema endocrino, 50% daña el sistema nervioso y 40% provoca alergias.
Otro impacto es la disminución de agua para el consumo humano, en tanto que la explotación anual de 20 mil pozos que plantean diversos sectores políticos equivalen al agua para cubrir el consumo doméstico de entre 4.9 y 15.9 millones de personas. Es decir, con esta cantidad del recurso se pueden atender las necesidades de las zonas metropolitanas de Guadalajara, Puebla-Tlaxcala, Toluca, Tijuana y Monterrey juntas.
Ante las grandes cantidades de agua que la industria del gas shale requiere, Pedro Moctezuma, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana e integrante de las organización Agua para Todos, aseguró que el frackin “desde la lógica hídrica se debería prohibir”.
-Pero la reforma energética le apuesta al gas shale…
-Exactamente y por eso se proponen en este periodo de transición que haya mucho cuidado y estudios muy puntuales sobre los proyectos, de modo que no se dañen acuíferos y cuencas asociadas a grandes núcleos de población y a reservas naturales, zonas de alta biodiversidad y zonas donde residen los pueblos originarios de nuestra nación
Por su parte, las autoridades han insistido en que no se perjudicará el derecho al agua. El pasado 10 de marzo, el director de Pemex, Emilio Lozoya, informó a la Cámara de Diputados que la paraestatal gestiona convenios especiales con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), a través de la Secretaría de Energía (Sener), para que la explotación de gas shale no ponga en riesgo el abastecimiento de agua para usos primarios.
MONTERREY VI, EL PRIMER FOCO ROJO
Para las organizaciones civiles, la construcción del acueducto Monterrey VI –que llevará agua de la cuenca del Pánuco, en Veracruz, hasta la capital de Nuevo León-, podría ser el inicio de otras obras que lleven grandes volúmenes de líquido a zonas donde se perforen pozos de gas shale.
Moctezuma señaló que la obra, que iniciará en 2015 y trasvasará cinco mil litros por segundo al norte del país, está asociada a la práctica de fracking, por lo que señaló a esta construcción como “el primer foco rojo” en este tema.
Aunque el gobierno estatal ha negado que el agua se utilizará en temas energéticos, el diputado federal Martín López Cisneros indicó que la Secretaría de Desarrollo Económico del estado elaboró el documento Retos del Desarrollo Regional de Energía 2014, en el que avala usar parte del agua del acueducto para el desarrollo de la industria de gas a través de concesiones a particulares.
Presentará GDF ley para garantizar agua
A fin de garantizar el suministro, sustentabilidad y calidad del agua para 2018, el gobierno del DF enviará a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) la Ley de Agua y de Sustentabilidad Hídrica de la Ciudad de México, a fin de mejorar el suministro del líquido.
Durante la presentación del Plan de Agua para el Futuro en la Ciudad de México, el mandatario capitalino, Miguel Ángel Mancera, indicó que esta ley buscará establecer condiciones idóneas para la gestión sustentable del recurso a largo plazo.
De igual forma, Mancera Espinosa indicó que a través de esta iniciativa se buscará establecer un mecanismo jurídico para fortalecer al Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) para otorgarle mayor gestión técnica, financiera y administrativa, así como crear un consejo consultivo del sistema de aguas, el cual estaría conformado con representantes académicos, técnicos especialistas y ciudadanos.
Aseguró que entre las metas se encuentra el mejorar el servicio de 1.6 millones de personas que actualmente presentan problemáticas con el suministro, no sólo en Iztapalapa y otras zonas afectadas de la ciudad, sino llegar para 2018 con un 100% de suministro de agua potable en el DF.
Mancera Espinoza destacó que también se buscará rehabilitar más de tres mil kilómetros de tuberías para eliminar fugas, así como construir obras de drenaje en delegaciones y colonias que presentan algún tipo de riesgo como en la Gustavo A. Madero, Azcapotzalco, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco.
De igual forma se construirán 39 pozos captadores de agua pluvial y se reforzarán políticas de captación de agua de lluvia.
El ejecutivo local indicó que se tiene destinado un presupuesto de 10 mil millones de pesos para la operación del Sistema de Aguas.