El pasado miércoles 5 de marzo, en este mismo espacio, dijimos que Miguel Moctezuma Domínguez había dejado la Secretaría de Gobierno de Tlaxcala por motivos personales, según un comunicado oficial. La verdad es que el primer mandatario local se peleó con él.
Es más, se pelea con todos. Hasta con su sombra. El problema de González Sarur es González Sarur.
Pero debe saber, caro lector, que ya lleva Don Mariano tres brazos derechos cortados: primero fue Anabel Ávalos y después Noé Rodríguez. Y preguntamos en aquella oportunidad ¿qué estaría pasando en esa entidad que también corren al que cobraba como secretario particular, el poderoso Roberto Armas?
La respuesta es muy sencilla: le quedó muy grande la silla al de origen libanés. Y no lo digo yo, lo dicen todos sus ex amigos que desayunaban a diario con él; sí “los jaboneros” del club de la calle de Hermes número 67, en la colonia Crédito Constructor, en la delegación Benito Juárez.
Por si fuera poco, el domingo corrió al que fuera titular de la Secretaría de Salud, Jesús Fragoso Bernal. Dice el comunicado oficial que por un problema de salud, pero una vez más fue por los enojos del jefe. Llegó en su lugar Alejandro Guarneros, quién hizo un pésimo papel en la comisión estatal de arbitraje médico. Por cierto con la salida de Fragoso ahora tendrán que buscar los casi 3 mil millones de pesos que salieron de su oficina sin contratos, dizque para comprar medicinas. ¿Irán en el negocio el ex jefe y el corrido?
Fue senador y en 2004 fue candidato del PRI, pero le ganó con estrecho margen el panista Héctor Israel Ortiz Ortiz, y se reintegró a su escaño. Esos dos últimos años, era apodado “el perdedor.”
En el 2006 le regalaron la diputación por la vía plurinominal en la LX Legislatura Federal y el 4 de julio de 2010 triunfó en las elecciones. Desde el 15 de enero de 2011 es gobernador, pero ha sido peor que los azules. Y obviamente por su bajó perfil, ni lo toman en cuenta en la CONAGO.
En su entidad ya cuentan los días para que se vaya, porque la pobreza aumenta, la inseguridad está incontrolable y los conflictos políticos se agudizan.
Obviamente en las oficinas de Insurgentes Norte tienen un foco rojo prendido, porque se antoja imposible ganar las diputaciones federales y de seguir así, el próximo gobernador será perredista. Claro, las diputaciones locales y las alcaldías de la misma manera están pérdidas. Es decir, César Camacho Quiroz e Ivonne Ortega Pacheco, saben que es una plaza perdida.
En Los Pinos también están muy preocupados, y hasta se han analizado todos los escenarios posibles, para que la masacre electoral que se aproxima sea menor; pero mientras siga don Mariano, no hay nada que hacer.
Hace unos días, un hombre que era muy cercano a él, después de una buena dosis de jocoque, kibbeh, tabule, hummus, hojas de parra y falafel en el Centro Libanés A.C. me llevó hasta mi auto; obviamente pasamos frente al busto del Presidente Adolfo López Mateos, quien acuñó una frase que distingue a esta comunidad fabulosa: “el que no tenga un amigo libanés……..¡que lo busque!”
Ese hombre que le ha llamado varias veces vía telefónica al gobernador, sólo para saludarlo, sin la intención de pedirle nada, y no toma ni las llamadas, me dijo: “no creas Gustavo que todos somos iguales que aquel; no todos los libaneses son como él. A esa gente no se refería el Presidente López Mateos el 21 de noviembre de 1962.”
ANAC.- La Asociación Nacional de Alcaldes rindió un homenaje a la memoria de Gustavo Garibay, alcalde de Tanhuato, Michoacán, quien fue víctima de un atentado el fin de semana pasado. La pregunta es si ¿el alto funcionario federal que le quitó los escoltas al hoy asesinado puede dormir?