A pesar de los riesgos que existen en la red, la mayoría de los padres de familia ignora la actividad de sus hijos, sus correos electrónicos, con quién chatean o quiénes son sus amigos en las redes sociales, incluso el tiempo y el dispositivo que emplean para conectarse.

 

De acuerdo con el Instituto para la Seguridad para la Familia en Línea (FOSI, por sus siglas en inglés) los padres creen que sus hijos pasan dos horas en línea, cuando en realidad dedican cinco horas de su tiempo conectado a internet.

 

Cifras de la organización internacional señalan que una tercera parte de los adolescentes se comunica con sus amigos y desconocidos por medio de las redes sociales, una actividad que casi siempre desconocen los padres de los menores.

 

Cálculos de la Fundación Reintegra indica que 40% de los casos de desapariciones de menores que registradas tienen en común que los niños y adolescentes tenían más de una cuenta en Facebook o Twitter, que los padres desconocían.

 

Esto complica el trabajo de investigación cuando hay que buscar a un menor desaparecido, aseguró Nelly Montealegre, titular de la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas.

 

En entrevista con 24 HORAS, Nelly Montealegre -encargada de atender las desapariciones de menores y emitir la Alerta Ámber-, dijo que la fiscalía a su cargo y las autoridades estatales se han enfrentado a esta misma situación al iniciar la búsqueda de un menor sobre todo en los casos de niñas de entre 13 y 17 años.

 

“En población adolescente sí hemos encontrado esos indicadores. Yo no diría que son las más pero sí hemos encontrado casos en los que hemos detectado que su actividad en las redes sociales es lo que las hace de alguna manera vincularse con alguien y después tener alguna cita, algún encuentro y hay que empezar la búsqueda de ella”, dijo la fiscal.

 

El problema es que seis de cada 10 menores que tienen un perfil no cuentan medidas de privacidad. En particular, las niñas prefieren que sus cuentas sean públicas, por lo que cualquier extraño puede ver sus fotografías o información personal.

 

El problema, apuntó la funcionaria, es que cuando se les pregunta a los papás no saben cuál es el correo que más usan sus hijos o admiten que el menor tiene una cuenta de Facebook, pero que siempre se conecta por su smartphone.

 

“Es un tema de ingresar a la cuenta pero no tenemos la contraseña, cómo saber quiénes son sus amigos, quienes son sus contactos, cuáles fueron sus conversaciones, con quién se quedó de ver. Nos enfrentamos a un escenario muy amplio y allí se tiene que trabajar mucho en esta búsqueda”, explicó Montealegre.

 

Si bien las líneas de investigación que siguen las autoridades en las redes sociales han permitido encontrar a los menores, la situación podría complicarse en un futuro no muy lejano. El reporte de FOSI subraya que 61% de los niños sabe cómo esconder de sus papás lo que hace en la red y 72% lo ha hecho alguna vez borrando el historial, escondiendo videos, navegando desde su smartphone, manipulando los niveles de privacidad o deshabilitando el control de los padres en la computadora.

 

Ante el avance tecnológico y las actualizaciones de las redes sociales, Montealegre reconoció que las autoridades todavía tienen mucho trabajo por hacer que les permita encontrar a los menores desaparecidos. No obstante, pidió también a los padres de familia que se involucren más con sus hijos para saber qué hacen cuando están en internet.