Mientras el PRD se debate en su lucha interna con Los Chuchos aferrados a no soltar el partido, un Cuauhtémoc Cárdenas que no se decide y exige ser electo por aclamación y un Marcelo Ebrard que está en la lona por las fallas de la Línea 12 del Metro en su gobierno, Andrés Manuel López Obrador intenta dar un madruguete a la izquierda mexicana y, desde Los Ángeles, el infartado líder de Morena afirma que sí buscará por tercera ocasión la candidatura presidencial en las elecciones del 2018.

 

La declaración de López Obrador no sólo resulta sorpresiva, luego de que muchos pensaron que tras los infartos cardiacos que vivió el año pasado estaba fuera de la carrera por la sucesión presidencial, sino que también echa por tierra la romántica idea de que, aún con la terrible fractura que vivió con la creación de Morena, la izquierda nacional aún podría ir unida en una alianza por el 2018; hoy, de no ser que el PRD apoyara la tercera postulación de AMLO, no se ve como podría haber candidatura común de los partidos de izquierda en la próxima elección presidencial.

 

“Si la gente me lo pide, llego con vida y recuperado de mi problema de salud iré de nuevo”, dijo López Obrador en un acto celebrado la víspera en la Universidad estatal de Northridge, California, durante una gira de proselitismo que incluyó la ciudad de Los Ángeles, y en la que matizó su tercer “destape” presidencial al señalar que “no es un capricho ni una obsesión”, y que en su momento, si llega con salud al 2018 escuchará “la opinión de los ciudadanos” y con base en eso decidirá si busca de nuevo la Presidencia de la República.

 

De cualquier manera, la respuesta de Andrés Manuel en una sesión de preguntas y respuestas provocó aplausos de la concurrencia, unas 200 personas, en su mayoría chicanos y mexicoamericanos, que acudieron a su conferencia en esa universidad californiana. El mensaje llegó rápidamente a México y motivó que ayer mismo el Partido del Trabajo anunciara que, si decide participar, López Obrador será su candidato en los comicios presidenciales.

 

Hasta anoche, en el PRD no había comentarios sobre las declaraciones de quien fuera dos veces su candidato a la Presidencia, aunque está claro que su antiguo partido es uno de los destinatarios del encarte de López Obrador, sobre todo porque en el perredismo hay aún corrientes que albergan la idea de que para el 2018 se debe buscar una alianza con el lopezobradorismo y su nuevo Movimiento de Regeneración Nacional, aunque éste en varias ocasiones se ha deslindado de cualquier unión con los perredistas a los que ni siquiera aceptó acompañar en un frente unido contra la reforma energética.

 

Pronto en el PRD, donde están enfrascados en su lucha interna por el control del partido, tendrán que tomar nota del mensaje que les mandó desde Los Ángeles López Obrador. Porque es claro que, si ya con la creación de Morena el tabasqueño generó un serio problema al sol azteca, al abrirles un boquete en su militancia -cuyo tamaño se verá cuando se formalice el registro del nuevo partido- ahora, con la intención de ser nuevamente candidato presidencial, la dimensión de la fractura para el voto perredista podría ser mayor y complicarle seriamente el panorama al que aún hoy se autonombra como “el mayor partido de izquierda” en el país.

 

Finalmente, el mensaje de López Obrador también debe ser escuchado con atención en Los Pinos, pues si bien hasta ahora el tabasqueño no ha sido el incómodo líder opositor que le complique las cosas al gobierno de Enrique Peña Nieto y, coincidentemente su enfermedad del corazón lo sacó de la jugada justo cuando se aprobaba la reforma energética, es claro que con un PAN fuertemente dividido y un PRD sin grandes liderazgos, la figura de Andrés Manuel puede seguir creciendo y convertirse, una vez que tenga su partido y según como le vaya en las elecciones intermedias de 2015, en el candidato opositor que acapare la inconformidad y el desgaste de la administración priista de aquí al 2018.

 

 

NOTAS INDISCRETAS…La tensión se sigue acumulando en la Facultad de Filosofía y Letras y el Auditorio Justo Sierra parece una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento si no hay una decisión clara de las autoridades y la comunidad universitaria. En una misma semana, los ocupantes del auditorio, que ellos llaman “Che Guevara” se manifestaron y se enfrentaron a la policía, mientras que ex alumnos de la facultad pidieron en un video que las instalaciones sean devueltas a la comunidad de estudiantes a la que pertenece legítimamente el espacio.

 

La pregunta es hasta cuándo la rectoría de la UNAM tomará una decisión clara sobre este asunto antes de que el problema le estalle en la propia Ciudad Universitaria… A partir de hoy, el que esto escribe deja de colaborar en el Programa El Primer Café de Proyecto 40. Nuevos proyectos nos llevan a tomar otro rumbo en espera de pronto anunciarles nuestra participación en otros espacios del mismo canal. Así que nos seguimos leyendo de lunes a viernes hasta que pronto podamos vernos nuevamente en otros espacios televisivos. Los dados mandan Escalera Doble. La semana promete.