Durante varios años, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) engañó al Congreso y al público sobre aspectos de su “brutal programa de interrogatorio” y ocultó detalles respecto a la severidad de sus métodos, señaló un reporte senatorial.

 

Las conclusiones del informe, publicadas por el diario The Washington Post en su versión electrónica, sostienen asimismo que la agencia atribuyó información de inteligencia a las técnicas de tortura cuando en realidad las había obtenido antes de los interrogatorios.

 

Un funcionario anónimo citado por el diario dijo que la CIA argumentaba obtener “información única que no podía obtenerse de otra manera para desmantelar planes terroristas y salvar miles de vidas”.

 

Dicha explicación fue dada al Departamento de Justicia y eventualmente al Congreso. “¿Fue eso verdad? La respuesta es no”, señaló la fuente en declaraciones al diario.

 

El reporte revela asimismo lo que funcionarios describieron como la existencia de una red secreta de sitios de detención de sospechosos de terrorismo, que fue desmantelada por el presidente Barack Obama en 2009.

 

Asimismo, da conocer divisiones internas sobre el programa de interrogatorio, incluida una instancia donde empleados de la CIA abandonaron una prisión secreta después de declararse perturbados por las medidas empleadas allí contra los prisioneros.

 

En otro caso, funcionarios en los cuarteles centrales de la agencia demandaron la continuación de duras técnicas de interrogatorio a pesar de que analistas estaban convencidos de que los prisioneros no tenían más información.

 

La revelaciones surgen en medio de una disputa pública entre la presidenta del comité senatorial de inteligencia, la demócrata Dianne Feisntein, quien acusó a la agencia de espiar las actividades de miembros del Comité encargados de la elaboración del reporte.

 

El director de la CIA, John Brennan negó haber cometido acciones ilegales.

 

El presidente Barack Obama sostuvo el pasado 12 de marzo que la Casa Blanca no intervendrá en la disputa.

 

Obama defendió sin embargo la decisión de Brennan de referir al Departamento de Justicia la acusación en que personal de la agencia penetró de manera ilegal una red de cómputo creada para el Comité de Inteligencia del Senado.