Representantes del sector automotriz en México encendieron las “luces amarillas” por el escaso crecimiento en las ventas internas de vehículos en el primer bimestre de 2014 que colocó a la industria doméstica en niveles de hace 14 años, por lo que previeron una crisis sectorial similar a la de 2009.
El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), Eduardo Solís Sánchez, expuso que el mayor reto es la recuperación de la confianza del consumidor, que ha pospuesto sus compras de bienes durables, entre ellas los vehículos, para otro momento, en función de los recientes cambios fiscales.
Ante una caída de 25 por ciento en enero y de 23.9 por ciento en febrero de las colocación interna de vehículos respecto a 2013, el directivo consideró que la confianza del consumidor se encuentra hoy en niveles similares a los de 2009.
Aseguró que el mercado interno de vehículos ligeros es deficiente, a pesar de que a finales del año pasado se tuvo un crecimiento en ventas de 7.7 por ciento y un millón de unidades colocadas.
“Terminamos el año en niveles similares a los que tuvimos hace 10 años. Traemos una década perdida en el mercado interno, pero la pregunta es 2014, porque al primer bimestre de 2014 termina con niveles de hace 14 años, con un crecimiento bimestral contra el primer bimestre de 2013 de 0.6 por ciento”, planteó.
Señaló que aunque en marzo se prevé una mejoría, las cifras serán “ficticias” respecto a igual mes del año anterior, cuando la Semana Santa cayó en ese mes y en 2014 es en abril y por lo tanto “no es comparable”.
Ante ello, afirmó Solís Sánchez, industria y gobierno tienen que hacer algo para evitar que 2014 se convierta en un año similar al 2009 y desincentive a la industria en cuanto al mercado interno.
El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), Guillermo Prieto Treviño, señaló a su vez que aunque siempre en el inicio del año es importante, el arranque es lento y “tememos que así continúe la tendencia”.
Mencionó que enero de 2014 comparado con el año pasado, la venta de vehículos ligeros registró una pérdida 1.5 por ciento y en febrero fue de 0.3 por ciento, donde el principal tema a resolver es la baja confianza del consumidor.
Un factor que afecta de manera importante es la reforma fiscal porque influye en el poder adquisitivo del consumidor, sobre todo a los principales compradores de autos que son la clase media, expresó.
Por su parte, el presidente de la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT), Enrique Elizalde, opinó que el sector empezó el año “muy mal”, con ventas 20 por ciento por debajo de las registradas el año pasado y que fue la más baja en los últimos cinco años “y no pinta para una recuperación en marzo”.
Dijo que se pueden llevar a cabo acciones concretas para empezar a revertir esta situación, donde el primer punto debe ser un programa de chatarrización que saque de circulación unos 60 mil vehículos pesados en el siguiente quinquenio.
También, abundó, tiene que darse impulso al financiamiento y en ese sentido se esperan las leyes secundarias de la reforma financiera que “aterrice” el financiamiento, básicamente al hombre-camión, lo que puede impactar en las cifras de mercado interno para 2014, aseveró.
Consideró que la disminución de las ventas de inicio de año tuvo que ver la excesiva importación de vehículos usados de Estados Unidos, que en enero pasado tuvo un registro histórico, pues entraron más unidades chatarra de ese país de los que se vendieron en el mercado nacional, toda vez que mientras se comercializaron dos mil 22 unidades entraron a territorio mexicano dos mil 211 procedentes de la Unión Americana.
Finalmente, el presidente de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Óscar Albín, reconoció que aunque en el tema de autopartes el inicio de año no fue tan preocupante, sí hubo lentitud en el ritmo de crecimiento, sin llegar a números rojos.
“Estamos creciendo contra el año anterior a 3.0 por ciento, aunque lo venían haciendo a 6.0 por ciento” y el segmento que ahora mejor se posiciona es el del mercado de repuesto, subrayó.
Entonces, agregó, aunque el retroceso no es grave, sí es de tomarse en cuenta porque si la fabricación se reduce, el mercado de equipo original empezará a deprimirse.
En este contexto, los presidentes de las distintas organizaciones empresariales advirtieron que México se está convirtiendo en el “deshuesadero” de vehículos del mundo al registrarse la importación de autos usados más grande en la historia con más de siete millones desde 2005.
Advirtieron que ello ya provocó la afectación en el empleo y un retroceso de 13 años en el nivel de ventas internas.
Expresaron por ello su preocupación e hicieron un llamado al Poder Judicial, a fin de resolver la importación de unidades usadas procedentes de Estados Unidos que, sumado a la desconfianza del consumidor, ya puso a la industria en un lento crecimiento.