De lograr la economía mexicana una tasa de crecimiento de 3.0 por ciento, el sistema financiero mexicano alcanzaría una expansión de 15 por ciento, previó el presidente ejecutivo de Grupo Financiero Santander, Marcos Martínez Gavica.
Sin embargo, expuso, este incremento del crédito está sujeto al avance del Producto Interno Bruto (PIB) del país.
En el marco del 77 Convención Bancaria que se realizará este fin de semana y que esta ocasión lleva como tema “La banca impulsa la transformación de México”, el directivo señaló que en el caso de Santander, dicha tasa significaría crecimientos de más de 20% en sus distintos segmentos crediticios.
Entre ellos, abundó, el financiamiento a las pequeñas y medianas empresas (Pymes), lo que permitirá solidificar la posición de liderazgo en ese segmento.
Señaló que en el crédito hipotecario, si se excluyen las carteras que se compraron, se espera un ritmo de expansión de entre 20% y 22% en el nuevo mercado de casas de más de 300 mil pesos de valor, y con ello la posición uno de este segmento.
Aclaró que al tomar en cuenta el crecimiento de toda la cartera hipotecaria en general, el aumento sería de entre 10% y 12%, alcanzado la segunda posición en el mercado.
Martínez Gavica destacó que Santander se centrará durante este año en las Pymes y el sector hipotecario, donde se ve mayor necesidad de crédito y un potencial de crecimiento.
Señaló que también es importante el rubro del consumo, que está bastante diversificado y bien atendido, “entonces no será lo que nos distinga por tener un crecimiento mayor al mercado”.
Martínez Gavica mencionó que en los préstamos a empresas -no Pymes-, se crecería entre 13% y 14%, más que el mercado.
Cautela
La reforma financiera no implicará que se otorgue el crédito así como así, porque el crédito no se vende, se otorga, señaló el vicepresidente de Grupo Financiero Intercam, Luis Esteve de Murga.
“No son mágicas las reformas, no son de un día para otro, pero sí creo que México va a entrar en un ranking alcista en todo lo que es 2014 y 2015”, manifestó el directivo.
Reconoció si bien que la intención de la reforma es que todos los intermediarios financieros salgan a prestar, este financiamiento debe darse de manera correcta, con su respectivo análisis, y que no signifique un sobreendeudamiento para los clientes.
“Con la reforma tampoco es que nos vamos a poner a dar crédito así como así, el crédito no se vende, se otorga; si se vendiera las carteras vencidas serían tremendas”, argumentó.
Sin embargo, refirió que con la flexibilidad que da la nueva regulación, la colocación de préstamos será importante este año y en 2015, lo que se conjuga con un crecimiento económico y que muchas empresas necesitarán de capital y crédito para soportar ese despegue.
Y es aquí donde entran los bancos de menor tamaño, mencionó, que derivado de su especialización pueden llegar a mercados y segmentos que actualmente la banca de mayor tamaño no puede hacerlo o no lo hace de la mejor forma, justo por el volumen de clientes que atienden.
En su opinión, el que “haya banca muy grande, mediana y chica permite que cada quien atienda al sector que debe”.