MADRID. El ministerio de Exteriores español convocó al embajador del Reino Unido en España, Simon Manley, para protestar por las actividades de barcos británicos en aguas españolas en la zona de Gibraltar.

 

En una nota de protesta entregada a Manley, el Gobierno español protestó porque barcos británicos trataron de obstaculizar la labor de investigación y protección medioambiental de buques españoles, según fuentes diplomáticas.

 

El Ejecutivo español respondió así a la decisión del gobierno británico de convocar también al embajador de España en Londres, Federico Trillo, para transmitirle su “grave preocupación” por la supuesta incursión de un buque español en las aguas territoriales de Gibraltar. Un vocero del departamento que dirige el canciller español José Manuel García-Margallo informó de que en esa cita, Trillo respondió a la directora general de Asuntos Económicos y Consulares del Foreign Office, Barbara Woodward, que “lo que Reino Unido califica como incursiones de embarcaciones españolas en sus aguas no son sino actividades rutinarias de buques españoles en aguas españolas”.

 

Las fuentes diplomáticas informaron de que el martes el barco “Ángeles Alvariño” se encontraba en el suroeste de Punta Europa (extremo meridional de Gibraltar), en aguas españolas, haciendo labores de investigación y protección del medio ambiente.

 

Cuatro barcos de la Armada británica (Royal Navy) se acercaron al “Ángeles Alvariño” tratando de impedir las labores que le fueron encomendadas, al tiempo que se aproximaron embarcaciones de la Guardia Civil española para auxiliar al buque y permanecieron junto a este varias horas hasta que finalmente abandonaron la zona hacia el puerto de Cádiz (sur).

 

Según Exteriores, lo que Reino Unido califica de incursión de una embarcación española “no son sino actividades rutinarias de nuestros buques en aguas españolas”.

 

Londres sostiene que el barco “Ángeles Alvariño” hizo una incursión “ilegal” y estuvo acompañado por una embarcación de la Guardia Civil española, que según el Gobierno británico realizó maniobras “peligrosas”. A la incursión la calificó como “provocadora”.

 

Es la cuarta vez desde 2011 que la Foreign Office convoca al embajador de España por el tema de Gibraltar, una posesión británica en el extremo sur de la Península Ibérica.

 

Las tensiones aumentaron el año pasado cuando Gibraltar construyó un arrecife artificial que, según Madrid, perjudica la pesca.

 

España cedió la soberanía sobre Gibraltar a Gran Bretaña en 1713, pero intent intenta recuperar el pequeño territorio. EFE y AP