El soldado del Ejército de Estados Unidos, Iván López, que estuvo destacado en Irak, ha sido identificado como el atacante que ayer mató a cuatro personas, hirió a 16 y se suicidó en la base de Fort Hood en Texas.
El legislador de Austin, Michael McCaul, confirmó la identidad del soldado.
Por su parte, el teniente general Mark Milley, el jefe de mayor rango en esa base, dijo que el atacante había sido evaluado por trastornos de estrés postraumático, pero que no se había confirmado el diagnóstico.
Las fuentes militares no han confirmado que López haya sido el atacante, en cumplimiento de los protocolos según los cuales primero se procura notificar a los familiares de personas fallecidas.
Según fuentes de la base citadas por los medios, López vestía el uniforme estándar de camuflaje cuando supuestamente entró en un edificio de la base y abrió fuego.
Luego, el atacante, que portaba una pistola semiautomática calibre 45, volvió a su vehículo, hizo más disparos desde el coche y después disparó contra otro inmueble del recinto.
Milley dijo que acto seguido el sospechoso se suicidó cuando se encontró con soldados de la policía militar.
El presunto autor de los hechos había llegado a Fort Hood, una base militar de gran tamaño, en febrero procedente de otra instalación castrense estadounidense, por lo que las autoridades de Texas sabían poco sobre él.
Medios locales indican que López era casado y que había prestado servicio durante cuatro meses en Irak, como conductor de camiones, en 2011.
Excepto los miembros de la policía militar, los soldados destinados en Fort Hood y en todas las bases militares de Estados Unidos no están autorizados a portar armas, ya sean militares o de propiedad personal, mientras están dentro de las instalaciones.
Las restricciones sobre el porte de armas personales se ampliaron después del ataque de 2009 y una serie de suicidios en Fort Hood, que es la base de unidades blindadas en servicio activo más grande del país y una de las mayores de Estados Unidos en todo el mundo.
Las reglas actuales exigen que los soldados registren en la comandancia sus armas particulares y que las mantengan en un sitio seguro.
Milley dijo que el arma usada ayer por el atacante no estaba registrada. (EFE)