Es el segundo evento de su tipo que se realiza en este año. El primero, hace apenas una semana, se llevó a cabo en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, la urbe, dicho sea de paso, donde se encuentra el mejor producto marítimo del país, dada su importancia como núcleo comercial y siendo una de las ciudades del mundo donde mejor se come.
Guadalajara, en ese sentido, también guarda una relevante jerarquía en el plano nacional, con su arraigo cotidiano por los sabores marinos, sin faltar desde luego los sabrosos aguachiles y las tostadas de marlin, además de sus emblemáticos Mercados del mar, donde todos los días queda en evidencia la riqueza de las costas del Pacífico.
El tercer punto designado para la realización de este acto es el puerto de Veracruz, sitio por
A través de actividades de esta índole, que conjugan idiosincrasia, historia y ante todo celebración de los sentidos, comenzando por el gusto, el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas (Comepesca) propone seguir impulsando el consumo frecuente de las 300 especies que existen en México, de las cuales 80 o 90 pueden adquirirse en cualquier punto del país, y el resto específicamente en ciertas regiones.
Al menos en este rubro, de acuerdo con datos del Consejo, hay signos de confianza: el consumo promedio de pescado ha aumentado 50% en los últimos años, al pasar de 7 kilos per capita en 2001 a 10.5 kilos en la actualidad.
En ese sentido, la presente campaña “Fuera lonjas”, es un llamado de atención no sólo a las virtudes culinarias de pescados y mariscos dentro y fuera de temporada de Cuaresma, sino también a sus amplias posibilidades como parte de una dieta sana, capaz de revertir muchos de los daños que hoy padece la población mexicana. Es una advertencia para estar atentos ante la vasta gama de opciones alimentarias que ofrecen ríos, lagos, mares y su impacto en un problema nacional que requiere atención inmediata.
Los niños son, en buena medida, el objetivo de campañas como ésta y otras más que realiza Comepesca: es la aproximación directa, a través de degustaciones en escuelas, con el sabor fresco, inmediato de pescados y mariscos de fácil acceso y costo razonable, desglosado y convertido en didáctica de la alimentación a partir de preparaciones ingeniosas, fáciles, rápidas que den la vuelta de tuerca al imaginario colectivo en torno a especies como el pulpo, la sardina fresca, los calamares. Por supuesto, son un atento aviso a los padres y las madres de familia para favorecer ese cambio de hábitos, con todas las facilidades para entrarle a la cocina en una época en el que los hábitos, los ritmos y los tiempos de trabajo lo dificultan.