CARACAS. El dirigente político Leopoldo López, acusado hoy de varios delitos por la fiscalía que lo mantendrán en prisión, se ha convertido en el líder de la oposición venezolana más radical, que aboga por “la salida” del presidente Nicolás Maduro con manifestaciones pacíficas “en la calle”.

 

Tras convocar a los opositores a marchar contra Maduro el 12 de febrero pasado, López terminó con una acusación en su contra por presuntamente incurrir en los delitos de “determinador (autor intelectual) en incendio intencional, instigación pública, daños y asociación para delinquir“.

 

Esa marcha acabó con tres muertos y daños a instalaciones públicas, y la orden de captura contra López, fundador del partido Voluntad Popular (VP), fue emitida ese mismo día.

 

El político se entregó a las autoridades el 18 de febrero pasado tras pedir a sus seguidores que lo acompañaran a hacerlo, lo que fue acatado por cientos de miles de personas.

 

Desde la cárcel militar de Ramo Verde, cercana a Caracas, en la que se encuentra recluido desde entonces, López ha pedido a Maduro a través de una carta su renuncia a la Presidencia para abrir paso “a un mejor futuro para todos los venezolanos” y lo ha llamado “dictador“.

 

“Quiero decirte, a ti y a los que te acompañan, que de no dar el paso que te corresponde (renunciar), nos tendrás a millones de venezolanos en las calles y fuera de ellas, luchando para lograr el cambio político que nos corresponde como derecho, cuyas vías consagra nuestra Constitución“, dijo López en su carta a Maduro.

 

Un par de días antes de entregarse, el dirigente dijo en una entrevista a un diario venezolano que asumía su responsabilidad de haber convocado la salida a la calle y la protesta no violenta.

 

“Si tuviera que hacerlo de nuevo, lo volvería a hacer“, recalcó.

 

Sus seguidores lo llaman “valiente”, como llaman también a su aliada en la iniciativa “La salida”, la hoy exdiputada María Corina Machado, mientras que Maduro los ha señalado, junto al excandidato presidencial Henrique Capriles, de formar la “trilogía del mal”.

 

López, caraqueño de 43 años y economista de profesión, ha sido aliado de Capriles, quien como candidato de la oposición se enfrentó al oficialismo en las dos últimas elecciones presidenciales.

 

El dirigente de VP también ha tenido aspiraciones presidenciales después de haber sido alcalde del municipio caraqueño de Chacao durante dos períodos consecutivos (2000- 2008), pero en vísperas de las elecciones primarias para elegir al rival de Hugo Chávez en los comicios de 2012, declinó a favor de Capriles.

 

En cualquier caso, dijo López entonces, Capriles también representa los intereses de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que aglutina la mayoría de los partidos que se oponen al gobierno.

 

Sin embargo, López y Machado han marcado un camino distinto al de Capriles al anunciar “La salida”, una ruta que el ex candidato presidencial no ha apoyado tras insistir que no cree en “salidas violentas ni golpes” y apuntar que esa oposición “no tiene propuestas ni planteamientos“.

 

Tras su apresamiento, su esposa Lilian Tintori y madre de sus dos hijos se ha convertido en su vocera y representante en las marchas y concentraciones que se han realizado desde el 12 de febrero pasado contra el Gobierno y a favor de su liberación.

 

“Rezo todos los días con mis hijos por la Libertad de mi esposo y por la Libertad de Venezuela“, escribió Tintori esta semana haciendo mención al papa Francisco y después de invitar a una nueva marcha este viernes para pedir la liberación de su esposo y de otros líderes presos, incluyendo a dos alcaldes que militan en VP.

 

López estudió economía en el Kenyon College (EU) y cursó una maestría en Políticas Públicas en la Escuela Kennedy del gobierno, dependiente de la Universidad de Harvard (EU). Al regresar a su país trabajó en la estatal Petróleos de Venezuela PDVSA (1996 y 1999).

 

En 1998 la Contraloría venezolana inició un proceso de inhabilitación en su contra, después de que supuestamente recibiera dinero de la gerencia de relaciones públicas de PDVSA, que dirigía entonces su madre, Antonieta Mendoza de López, para fundar el partido Primero Justicia (PJ).

 

A ese caso, en el que se le acusó de tráfico de influencias, se le sumó otra acusación por tomar una partida presupuestaria que debía ser destinada a la Alcaldía Metropolitana “para otras cosas”.

 

López indicó que los fondos de PDVSA fueron concedidos tras ganar un concurso público y que la utilización de recursos de la Municipalidad se debió a una reasignación presupuestaria, de acuerdo con la necesidades administrativas del ente.

 

Por este caso fue inhabilitado en 2008 hasta 2014, pero López lo llevó a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que falló a su favor en septiembre de 2011.

 

Ahora deberá enfrentar las acusaciones formales presentadas hoy por la fiscalía por los delitos de instigación pública, daños a la propiedad, incendio y asociación para delinquir en relación a los hechos de violencia registrados el 12 de febrero.