SAN JOSÉ. El historiador y candidato del centro izquierdista Partido Acción Ciudadana, Luis Guillermo Solís, camina hacia las puertas de la presidencia de Costa Rica en unas elecciones inéditas, con un rival que desistió de hacer campaña y que le obligó a mirar como a su principal enemigo al abstencionismo.

 

Luego de que el aspirante del oficialista Partido Liberación Nacional (PLN), Johnny Araya, desistiera de hacer campaña política el pasado 5 de marzo, Solís ha tenido que enfocar su estrategia en convencer a los votantes para, según ha dicho, “derrotar al abstencionismo”.

 

Con Araya fuera de actividad, el aspirante quedó como el caminante en solitario hacia la silla presidencial, aunque ambos tendrán que ir a la segunda ronda electoral el próximo domingo porque así lo obliga la Constitución Política que data de 1949.

 

Solís, un historiador de 53 años que ha dedicado 30 años de su vida a la enseñanza, inició su campaña diciendo que buscaba acabar con el “desgobierno” del PLN.

 

Sin rival aparente, ha enfocado la última parte de su campaña en conquistar la silla presidencial con un número significativo de votos que le otorguen un mandato “sólido y contundente”.

 

Ha dicho en constantes ocasiones que hasta que el Tribunal Supremo de Elecciones no anuncie al ganador, se debe evitar el triunfalismo.

 

El candidato del PAC es profesor universitario de historia y ciencias políticas en la estatal Universidad de Costa Rica, cualidad que se vio reflejada en los debates durante la primera ronda electoral, donde habló con claridad y elocuencia.

 

Entre las principales propuestas de Gobierno del aspirante del PAC, sobresale el ordenamiento de los programas de asistencia social para eliminar la pobreza extrema que afecta a un 6 % de las familias del país.

 

También el fortalecimiento de instituciones públicas relacionadas a la infraestructura, la salud y la educación, así como estrategias para aprovechar los tratados comerciales que tiene vigentes el país y no firmar nuevos.

 

Solís ha dicho que para solucionar el déficit fiscal, que en 2013 cerró en el 5,4 % del producto interno bruto (PIB), fortalecerá la recaudación y la lucha contra la evasión en los primeros dos años de Gobierno y luego impulsará una reforma tributaria.

 

Solís vive en San José con su mujer, la española Mercedes Peñas, con quien tiene una hija, Inés. El candidato tiene otros cinco hijos: Mónica, Cristina, Beatriz, Diego e Ignacio.

 

Nunca se cansó de repetir que las personas no debían creer en las encuestas, las cuales nunca le concedieron previo a la primera vuelta del pasado 2 de febrero un mejor puesto que el cuarto y con menos del 15 % de apoyo.

 

No bajó los brazos y con una campaña austera se dedicó a pedirle al pueblo “su voto” con el lema “¡Con Costa Rica no se juega!”.

 

Según él, la “verdadera encuesta” se iba a ver en las elecciones y así fue, terminó desbaratando todos los pronósticos y cerró la primera ronda en el primer lugar con un 30,64 % de los votos, mientras que Araya consiguió el 29,71 %.

 

Solís, quien se califica como un socialdemócrata, se convirtió en la sorpresa de las elecciones y la tendencia al alza fue calificada por él mismo como un “tsunami ciudadano”.

 

Además, la primera encuesta previa a la segunda ronda electoral, publicada el 5 de marzo, día en que Araya se retiró, indicó que Solís se colocaba como el favorito con una amplia ventaja.

 

Solís obtuvo un apoyo del 64,4 % mientras Araya apenas alcanzó el 20,9 %, según el estudio del Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) de la estatal Universidad de Costa Rica, publicado por el Semanario Universidad.

 

El candidato del PAC en otras ocasiones ha atacado con fuerza esos últimos ocho años del PLN con Óscar Arias (2006-2010) y Laura Chinchilla (2010-2014) en el gobierno.

 

Luis Guillermo Solís cuenta en su currículum con la experiencia de haber sido jefe de gabinete de la Cancillería en el primer Gobierno de Óscar Arias (1986 y 1990), y como embajador para Asuntos Centroamericanos, además de director de política exterior del Gobierno de Jose María Figueres Olsen (1994-1998), ambos del PLN.

 

Renunció al PLN el 16 de enero del 2005 después de denunciar graves irregularidades en las elecciones internas de ese partido.

 

En 2009, se unió al PAC e inició el proceso electoral en curso cuando presentó su candidatura para aspirar a la presidencia de Costa Rica.