La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) carece de facultades para resolver y defender fraudes, engaños, quebrantos o lavado de dinero a compradores de monedas virtuales bitcoin en México.
“Debido a que no es una moneda oficial, las autoridades no pueden responder por algún quebranto o cambio significativo en su valor e incluso en otros países, se ha señalado su uso en operaciones ilícitas, como fraude y lavado de dinero”, advirtió el organismo.
Recordó que la moneda virtual no está regulada por las autoridades financieras y todas las operaciones realizadas son irrevocables en el mercado mexicano.
“No existe forma de que los usuarios puedan reclamar, en caso que sospechen que son o han sido víctimas de un fraude o algún quebranto, por un cambio repentino y abrupto en su valor o por la suspensión en su cotización”, alertó el órgano presidido por Mario Di Costanzo.
Dijo que es totalmente diferente a una divisa utilizada o moneda de cambio, tal es el caso del peso mexicano que es de curso legal, designado y emitido por el Banco de México (Banxico) y que las personas están dispuestas a aceptar a cambio de bienes y servicios, ya que está respaldado por la regulación vigente.
La Condusef agregó que realizó a los usuarios de servicios financieros una serie de aclaraciones del uso de activos virtuales como forma de pago, debido a la implementación y uso del bitcoin y otras monedas digitales en cajeros automáticos en Tijuana.
Desde finales de enero de 2014, Pademobile y Novapay unieron sus esfuerzos y estrategias clave, para que cada vez más personas a través de los cajeros automáticos (ATMs), puedan realizar el pago de servicios, depósitos, recibir dinero de sus familiares en EU, transacciones financieras básicas.
“De esta manera el usuario con su teléfono celular podrá recargar saldo, hacer compras online, pagar en 7-Eleven, pagar su recibo de la luz (CFE), entre otras operaciones, con la novedad de que podrán pagar con pesos o con bitcoins”, informaron las compañías en un comunicado.
Por su parte, el 10 de marzo de este año, Banxico emitió una serie de advertencias a los usuarios sobre los riesgos de comprar e invertir en activos virtuales, tales como bitcoin, litecoin u otros similares.
“Estos activos son mecanismos de almacenamiento e intercambio de información electrónica sin respaldo de institución alguna, por lo que no son una moneda de curso legal. El marco jurídico vigente tampoco los reconoce como medio de cambio oficial ni como depósito de valor u otra forma de inversión”, manifestó el banco central.
El bitcoin es un tipo de dinero digital de carácter informal que apareció en 2009 como una alternativa a las monedas fiduciarias como el dólar, euro y el yen, entre otras.
Puede ser utilizada para adquirir bienes y servicios, tanto reales como virtuales; su valor depende del número de usuarios activos que la compren, así como de los comerciantes que la acepten como medio de pago.
Saxo Bank afirmó que Bitcoin se ha equivocado al mantener el anonimato de sus dueños, aunque algunos usuarios, entre los que se incluyen algunos muy poco estimados, se adhirieron a ella por esa misma razón.
“Esto les da a las autoridades la excusa perfecta para prohibirla siempre y donde lo deseen. Y esta puede ser una prohibición injusta, fundada en falsos pretextos, sólo porque a las autoridades no les gusta la competencia”, dijo la institución financiera.
Rusia y China fueron los primeros países en reaccionar.
“Sería aconsejable aceptar y adoptar cierto grado de regulación, por más que esto no les parezca adecuado a varios de sus adeptos, aunque sea para prevenir una reacción aún peor de los gobiernos a los que no les guste que se desafíe su monopolio de impresión de billetes”, comentó Saxo.
“En la actualidad se ha hecho más volátil y se ubica en una situación de depreciación, al pasar de mil 200 a 500 dólares por unidad de 2009 a la fecha”, aseveró Condusef.
Aclaró que cualquier persona o comercio que utilice o acepte algún tipo de moneda virtual como forma de pago, lo hace bajo su propio riesgo y responsabilidad, ya que el uso de estos activos supone una elevada volatilidad y posibles pérdidas monetarias.
“El Bitcoin no es una moneda de curso legal; a su vez, las instituciones reguladas del sistema financiero mexicano no están autorizadas para usar ni efectuar operaciones con este tipo de medio de pago”, dijo.
“No existe ningún tipo de garantía o regulación que asegure que los consumidores o comercios que adquieran este tipo de activos puedan recuperar su dinero”, agregó.