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Puedes hacerlo mientras te trasladas al trabajo o a la escuela; perderás peso y ganarás puntos para prevenir enfermedades cardiacas y hasta puedes combatir el cáncer. Estamos hablando del Power Walking, la nueva tendencia para ejercitar y una excelente alternativa antes de iniciar con el running.

El dicho “hay que aprender a caminar antes de correr” nunca tuvo tanta importancia en términos prácticos. Con esta técnica donde se tiene que caminar más rápido de lo habitual, podemos entender que primero es necesario adquirir una buena condición física, antes de empezar a basar nuestros recorridos en velocidad, resistencia y kilometraje.

Fue en Estados Unidos donde comenzó esta corriente que propone una forma de ejercitar sin invertir más tiempo del que tenemos para llevar a acabo nuestras responsabilidades diarias. Según el portal Vitónica, “una sesión de entrenamiento con el Power Walking puede durar entre 45 y 60 minutos”. Durante este tiempo no podemos hacer pausas y es necesario incrementar la velocidad con la que normalmente caminamos.

Sin embargo, los buenos resultados dependen de cómo realicemos el ejercicio y no en cuánto hayamos recorrido. Es fundamental tomar en cuenta el ritmo de la caminata, la respiración y postura, los cambios de ritmo e intervalos de trabajo. Nuestros hombros deben estar echados hacia atrás y sin tensiones, nuestra cabeza y pecho deben permanecer en alto y el abdomen debe ir duro para que sirva como un colchón ante el desgaste de la espalda.

Diferencias con el running

Los beneficios son los mismos, pero el desgaste es donde encontramos la mayor diferencia. El Power Walking sí se preocupa por la postura de la cabeza, hombros, espalda, brazos y piernas, mientras que el running apunta más a un ejercicio aeróbico donde a mayor velocidad y desgaste, hay mejores resultados en materia de resistencia.

En conclusión, cualquiera de los dos estilos tiene sus bondades, pero es importante que antes de empezar a correr ya tengamos algo de condición y resistencia en las piernas, recordemos que los impactos de las rodillas al momento de correr son mayores, lo más recomendable es empezar a correr una vez que ya se haya perdido una cantidad considerable de peso.

Porcentajes

La revista Vogue en Estados Unidos publicó un reciente estudio del journal de salud Arteriosclerosis, Thrombosis and Vascular Biology, donde presentan una comparación contundente: “correr reduce el riesgo de hipertensión en un 4,2 % y caminar en un 7,2 %. En cuanto al riesgo de colesterol alto, correr supone una reducción de ese riesgo en un 4,3 %y caminar en un 7%”. Correr significa una reducción del riesgo de enfermedadescardíacas del orden del 4,5 por ciento, mientras que cuando caminas esta cifra se duplica, alcanzando el 9,3%.