Esta tarde, la policía desalojó a integrantes de tres protestas en Ciudad Administrativa que se ubica en Tlalixtac de Cabrera en los Valles Centrales de la ciudad de Oaxaca.

 

Durante el transcurso de la mañana, tres protestas se concentraron frente al lugar donde laboran cientos de empleados del gobierno, como ya se acercaba su salida, los uniformados lanzaron gases lacrimógenos, correteraron a los manifestantes y detuvo a varias personas.

 

Se trata de pobladores de la agencia municipal de San Juan Guivini de San Francisco Ozolotepec, del Frente Amplio de Lucha Popular (FALP) y de Santa María Atzompa.

 

Los habitantes de San Juan Guivini ocuparon el acceso del estacionamiento y bloquearon el carril que conduce hacia el Tule sobre la carretera federal 190. De este grupo hay más detenidos, ya que fueron los que trataron de enfrentar a la policía.

 

Exigen que el gobierno les apoye para que las autoridades municipales de San Francisco Ozolotepec, les entreguen las participaciones municipales que les han negado, lo cual les impide realizar obras necesarias en su comunidad.

 

Por su parte, los integrantes del FALP apoyan a taxistas de Huajuapan de León que demandan una revisión del transporte en esta localidad, ya que el grupo que dirige José Luis Oropeza del sitio Benito Juárez, pretende controlar a todo el sector.

 

Denunciaron que el 3 de marzo este dirigente los retuvo en una reunión que realizarían para analizar los problemas, en donde estuvieron más de 24 horas encerrados, amenazados de ser golpeados, además de dañar varias de sus unidades de motor y retener 19.

 

Asimismo, habitantes de Santa María Atzompa demandan que el gobierno del estado entregue los recursos municipales al presidente Jaime López García y no al grupo de regidores Jorge Álvarez López, Milton Onasis Aguilar, Antonio García y Pedro López, quienes se acreditaron de forma ilegal para beneficiarse con el presupuesto.

 

Acusaron que estas personas tratan de desestabilizar a la población, por lo cual demandan que se analice la situación y se de una solución inmediata antes de que se presenten mayores problemas.

 

Antes del desalojo, los inconformes quemaron llantas frente al complejo.

 

Después del zafarrancho hubo varios lesionados por garrotazos y golpes de ambos bandos.

 

A diferencia del trato que reciben los maestros de la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y normalistas, esta vez, la policía si accionó.