La batalla perdida de Intel en el mercado de la movilidad con smartphones y tablets, llevó a la compañía a replantear su estrategia de manera agresiva hacia el desarrollo de wearable tecnology, proyecto que le causará a Costa Rica la pérdida de aproximadamente el 6% de su Producto Interno Bruto real.

 

Intel, una de las principales firmas de hardware a nivel global, cerrará su planta de manufactura en Costa Rica para trasladar su producción a Asia, de acuerdo con sus planes de eficiencia operacional y de reducción de costos a nivel global.

 

Ayer mediante un comunicado, la compañía anunció el cierre de su planta cuya consecuencia inmediata será el despido de mil 500 empleados durante el 2014, lo que representa el 55% de su plantilla laboral en este país.

 

“Esta fue una decisión difícil. La corporación ha tenido una estrecha relación con la comunidad y con el gobierno. Intel buscó múltiples opciones, tanto internas como externas. Al final, ninguna de estas opciones se consideró como alternativa viable a la luz de las necesidades de largo plazo”, dijo la empresa a sus empleados respecto a esta salida.

 

De acuerdo con El Financiero de Costa Rica, la compañía reiteró que la salida de Intel de territorio costarricense se debió entre otras cosas, a la búsqueda de una mejora en su competitividad, a la consolidación de operaciones en Asia, y descartó mediante el gerente de Intel en ese país, que estuviera relacionado con la capacidad de los recursos humanos.

Revolución tecnológica

 

En 1996 se dio a conocer en Costa Rica la llegada de la que fuera en ese momento la compañía de producción de microprocesadores más grande del mundo, en la planta que sería inaugurada en 1997 se ensamblarían procesadores Pentium II para computadoras de escritorio.

 

Su llegada sería una de las inversiones extranjeras más grandes realizadas en ese país, consolidándose hasta llegar a representar más del 6% del PIB costarricense en el 2012 y ser uno de sus principales exportadores.

 

Sin embargo, el mercado cambió y la movilidad, soportada por smartphones y en años más recientes por tablets fue toda una revolución, que modificó el mapa de los principales participantes en la industria de la tecnología y la innovación a nivel global.

 

Es por ello que en 2013 Intel replanteó su estrategia y anunció la fabricación de chips más pequeños, que fueran compatibles con una tecnología ya no portable, sino vestible.

 

“Durante el año pasado, la compañía ha sido clara en que está dando los pasos necesarios para mejorar la eficiencia y eficacia de sus operaciones globales. En este sentido, se ha decidido consolidar las operaciones de ensamble y prueba. Después de un extenso análisis, la compañía ha concluido que la mejor solución de largo plazo para maximizar la eficiencia y la efectividad operacional a nivel mundial es cerrar sus operaciones de ensamblaje y prueba en Costa Rica”, dice el comunicado.

 

Pero Intel no abandona del todo Costa Rica, la presencia de la compañía se mantendrá mediante su Centro Global de Servicios y el Centro de Ingeniería.

 

Encontrar desarrolladores

 

Mientras se debatía la estancia de la manufactura de Intel en Costa Rica, desde inicios de año, en el CES 2014 el CEO de Intel Brian Krzanich anunció el reto “Make it wearable”, el cual espera atraer a las mentes más creativas para desarrollar dispositivos que se puedan llevar puestos y que de acuerdo Intel Latinoamérica, “ayudarán a la evolución de la computación”.

 

En este concurso está incluido México y otros 24 países. Las reglas fueron publicadas el pasado mes de febrero y en éste, los desarrolladores podrán enviar sus proyectos a Intel en rubros como moda, bienestar, educación, medio ambiente, seguridad y salud.