En septiembre de 2013 llegó a México una iniciativa digna de admiración y a la que hemos seguido de cerca por sus grandes principios: solidaridad y confianza, valores en peligro de extinción.
Café Pendiente surge con esos dos grandes pilares en el siglo XVII en Nápoles como ‘caffe sospenso’, una especie de cadena donde se pagan uno o varios cafés en carácter de “pendientes” para quienes no tienen recursos para pagarlo.
Esta actividad tomó su segundo aire en 2008 en Italia gracias a la anécdota del guionista Tonino Guerra en donde narra cómo conoció la iniciativa, misma que ha dicho: “fue un incidente que puede traer lágrimas a cualquiera”. (Cuento que pueden encontrar en la web).
El nombre de esta admirable mujer es Fabiola Kun y su aventura comenzó en las redes sociales. “En marzo del 2013 el cuento de Tonino Guerra se volvió viral, sin embargo fue hasta septiembre que lo volví a ver en el muro de una amiga y me pregunté si se podía hacer algo en México”.
Comenta que al investigar descubrió que en Argentina, Chile, Perú y Colombia este movimiento contaba con sitios web y redes sociales pero en México ¡nada!
Así, esta diseñadora web comenzó a trabajar para traer el movimiento a nuestro país. “Contacté a las promotoras en Argentina quienes montaron una estructura que me gustó para replicar en México. En un par de días monté el sitio y redes sociales”.
De eso, cuenta, ya han pasado seis meses, los cuáles han sido muy divertidos y sorprendentes, comenta Fabiola.
“Hoy por hoy, México a nivel mundial es de los países con más establecimientos que cuentan con C.P., a los 400 del día de hoy se van sumando de 15 a 20 cada semana. Sólo nos falta un estado: Nayarit. Ahora el trabajo se volvió más local, los 40 coordinadores de estados/ciudades están haciendo un gran trabajo en sus localidades y estamos entregando aproximadamente 14 mil cafés o platillos al mes”, cuenta orgullosa.
Pero esto no sólo se reduce a una taza de café como bien leyeron, en muchos establecimientos pueden dejar comida o ropa ‘pendiente’. Fabiola comenta que se le han acercado para poder llevarlo a otros ámbitos como consulta pendiente, corte de pelo pendiente, verduras pendientes, etc., lo cual asegura, pronto lo harán con una logística un poco diferente que la comida.
Justo hace un mes se unió un pez grande a “Café Pendiente”: los restaurantes “Giornale” quienes se sumaron con café y alimentos. Otra de sus estrellas, dice Fabiola, es el Gran Café de la Parroquia en el malecón de Veracruz y se han unido seis Café Punta del Cielo de manera directa, así como un 100% Natural. Además, están acercando la responsabilidad social a las mirco empresas y a lugares como la fonda de la esquina, pues ya cuentan con establecimientos como papelerías, hoteles, un hospital y hasta un museo participando.
“Se nos han acercado varias cadenas de cafeterías pero les toma más trabajo organizarse y lanzarse a comparación de las cafeterías donde el dueño está presente y toma las decisiones rápidamente”.
Para que las cadenas se unan, Kun cuenta que tiene que haber una gran voluntad del director y de su equipo de trabajo, “tiene que venir de ellos, como del dueño de Giornale, que fue quien se entusiasmó y en un mes tuvo todo listo para unirse a Café Pendiente”.
Es muy sencillo participar para los comensales. Sólo hay que ir a cualquier local que tenga el logo de “café pendiente” o con pizarrón con los cafés pendientes apuntados y pagar uno. También se puede consultar la lista y mapa de participantes en cafependiente.org.mx
Así como es fácil dejar un café pendiente, para los establecimientos es igual de sencillo. Tienen que enviar un correo a hola@cafependiente.org.mx y se les envían los documentos y pasos a seguir.
En estos siete meses, Kun dice que al principio veía mensajes negativos y escépticos en redes sociales sobre la iniciativa, pero que poco a poco han ido disminuyendo. “La sociedad mexicana ha respondido de una manera muy positiva y sorprendente a la iniciativa. Las dificultades ahora son más de operación, hacer la iniciativa sustentable, necesitamos fondos para imprimir posters, tazas, mantener el sitio actualizado, visitar los establecimientos, etc.”.
Lo que sigue es fortalecer la iniciativa. “Llegar a más rincones de México y lo más importante: ir más allá de la moda y que se convierta en una costumbre, que se vuelva una forma de vida entre los mexicanos. Pretendemos llegar a 1,500 establecimientos para final del año” finaliza.