El Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) exige que no se le entregue a Pemex todos los pozos propuestos en la Ronda Cero, porque la Reforma Energética no tendrá ningún efecto positivo y las empresas privadas no accederán a la explotación, exploración y producción de las reservas petroleras y de gas de México.
“El riesgo de una Ronda Cero sin límites para Pemex es perder la oportunidad de crear un mercado competido de petróleo y gas, es perpetuar las reglas, es mantener a Pemex como el agente que controla, y es regresar a la falta de transparencia, a la falta de rendición de cuentas que hemos visto muy recientemente. Perderíamos el beneficio de la Reforma Energética”, aseguró Juan Carlos Quiroz, consultor externo en temas de energía del instituto.
De no poner límites a la solicitud de Pemex, las empresas privadas necesitarían pasar por la paraestatal para acceder a las reservas de petróleo y gas del país, lo que no cambiaría el sector energético mexicano.
“Se perdería el incentivo para la competencia y la eficiencia y se mantendría el incentivo para la corrupción en el sector”, comentó Quiroz.
Asimismo, Monserrat Ramiro, director de Energía del Imco, afirmó que darle más áreas a Pemex de lo que es capaz de explotar iría en detrimento de la propia empresa, lo que no la haría más competitiva ni efectiva y tampoco daría mayor beneficio a la industria del petróleo, gas y electricidad del país.
“Si a Pemex se le asignan reservas más allá de lo que tenga capacidad técnica y financiera, se caería en un riesgo grave: le quita competitividad técnica a Pemex. Estaría dejando aquellos campos en los que tiene ventaja para invertir en los que no tiene experiencia”, dijo.
“El destino está en los detalles”
En conferencia de prensa, ambos analistas en temas energéticos indicaron que un beneficio potencial de la Reforma Energética sería que Pemex se fortalezca a través del uso eficiente de recursos y mecanismos de rendición de cuentas, que opere como una empresa y no como una entidad gubernamental.
Además, se desincentivará las prácticas corruptas existentes en este sector, aseguran.
“El principal reto es pasar de un monopolio estatal a un sector competitivo con múltiples actores”, señaló Juan Carlos Quiroz.
Y para que la Reforma Energética tenga éxito, el Imco considera indispensable que se definan leyes secundarias que garanticen al Estado la capacidad para administrar los recursos.
Al presentar ayer el estudio “El destino está en los detalles: las leyes secundarias y la reforma energético”, Quiroz afirmó que los principales puntos de la legislación secundaria serán la reorganización institucional, la definición de contratos y licencias, el régimen fiscal para Pemex y las nuevas inversiones, las reglas para gestionar los ingresos petroleros, así como las leyes de seguridad y protección al medio ambiente.
Para asegurar la gobernabilidad del sector extractivo, señala el documento del Imco, se requieren instrucciones fuertes y reglas claras que generen un ambiente de certidumbre en el que sea deseable invertir.
“La legislación secundaria debe abarcar todas las etapas, desde la asignación de licencias hasta la rehabilitación del medio ambiente una vez que se termina el proyecto y un pozo deja de ser comercial; mantener flexibilidad para enfrentar cambios tecnológicos y variaciones del mercado; y establecer un sistema confiable y claro de rendición de cuentas”, dice el estudio.
Régimen fiscal adecuado
Para que la apertura del sector energético tenga el efecto requerido por la reforma, Monserrat Ramiro expresó que es indispensable definir los objetivos, las funciones y las responsabilidades de todos los actores, así como fortalecer los organismos reguladores para enfrentar sus nuevas responsabilidades.
Estimó que no se puede pasar de concentrar todas las responsabilidades en Pemex a concentrar todas las decisiones en otro organismo, como la Secretaría de Energía, por lo que se debe buscar un balance y un modelo propio a México.
“Es fundamental fortalecer a los organismos reguladores. La independencia y los recursos para estos reguladores van a ser determinantes en su capacidad para responder a los retos de un sector que opera con los objetivos de largo plazo”, argumentó por su parte Juan Carlos Quiroz.
También se debe elegir un régimen fiscal adecuado, lo cual es un componente fundamental del nuevo marco legal para el sector energético, pero Quiroz señaló que se tiene que determinar distintos regímenes para cada tipo de proyecto, que cuenten con la flexibilidad de adaptarse a diferentes circunstancias.
“Ningún país en el mundo utiliza una sola herramienta fiscal para capturar renta petrolera. Todos los Estados combinan distintas herramientas como los bonos a la firma de contratos, las regalías y los impuestos que se pagan sobre las utilidades”, explicó el analista.
Pero algo más importante para el Imco es el tema de la transparencia y rendición de cuentas en la administración de los recursos, pues es la mejor garantía para los inversionistas ya que establece las bases para un sector competido y atractivo para invertir, evita la corrupción e incentiva la participación de los actores más eficientes.
Finalmente, el instituto recomienda la necesidad de definir las licencias y los contratos para evitar la complejidad administrativa de los proyectos.
“La definición de licencias y contratos debe seguir prácticas internacionales para reducir la complejidad administrativa y al reducir la complejidad administrativa, se reducen los costos de operación, lo cual genera más ingreso disponible que el Estado puede capturar mediante impuestos”
Juan Carlos Quiroz
Consultor externo del Imco