Por primera vez, un integrante de la primera línea del Cártel de Sinaloa e hijo de uno de los líderes históricos de esa organización, Jesús Vicente Zambada Niebla, El Mayito, se convirtió en testigo y ya coopera con los fiscales e investigadores de Estados Unidos para proporcionarles información “completa y veraz” contra otros líderes del narcotráfico.
El Juez de Distrito de Illinois dio a conocer ayer el documento fechado el pasado tres de abril y que se firmó dentro del proceso por narcotráfico que se sigue al hijo de Ismael Zambada García, El Mayo, en el que se declaró culpable de traficar con cocaína, heroína y drogas sintéticas en la Unión Americana, entre 2005 y 2008.
Reconoció también que su padre es líder del Cártel y trabaja para él, que pagaba sobornos a autoridades municipales, estatales y federales en México, y que utiliza para su seguridad armas de combate.
Con su cooperación logró suspender que se emita la sentencia en su contra, hasta que termine su cooperación con las autoridades y que su familia sea enviada a ese país por seguridad, aunque no se especifica en qué lugar permanecerá El Vicentillo.
El documento, del que tiene copias 24 HORAS, señala de manera textual:
“El demandado (Zambada Niebla) está de acuerdo en que cooperará completamente y con la verdad en cualquier asunto en el que sea llamado a cooperar por un representante de la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Norte de Illinois. Esta cooperación incluirá el suministro de información completa y veraz en cualquier investigación, y su preparación previa, completa y veraz de su testimonio en cualquier juicio penal, civil o administrativo. El acusado está de acuerdo con el aplazamiento de su sentencia hasta después de la conclusión de su cooperación”.
Si cumple el acuerdo, El Vicentillo evitará que sea sentenciado a cadena perpetua, ya no se le sumarán cargos y se le podría imponer una sentencia mínima de 10 años, y una multa y fianza de cuatro millones de dólares.
Reconoce ser jefe
Zambada Niebla, quien fue detenido en México en marzo de 2009 y extraditado 11 meses después, aceptó que pertenece al Cartel de Sinaloa, que él era el hombre de toda la confianza de su padre El Mayo y tenía a su cargo las operaciones para la introducción y distribución de diversos embarques de cocaína y heroína a Chicago.
Para estas operaciones utilizaba a los hermanos Pedro y Margarito Flores, quienes estaban a asignados para introducir y repartir los enervantes, posteriormente entregaban el dinero en territorio mexicano.
Para llevar la droga a Estados Unidos contaban con toda una red de logística, en la que utilizaba desde submarinos, “otros sumergibles”, aeronaves particulares y comerciales, barcos, lanchas, balsas, tráilers, camiones y automóviles, entre otros métodos.
El Vicentillo reconoció como parte de la organización a Alfredo Guzmán Salazar, El Alfredillo; Alfredo Vásquez Hernández, Alfredo Compadre; Juan Guzmán Rocha, Juancho; Germán Olivares; Felipe Cabrera Sarabia; Tomás Arévalo Rentería; Pedro y Margarito Flores, y “otras personas de las cuales no sabe o no recuerda el nombre”.
Zambada Niebla aceptó también que entregaban sobornos a diversas autoridades locales, estatales y federales del gobierno mexicano, para facilitar el tráfico de los estupefacientes, aunque el documento no especifica nombres.
De acuerdo al documento, el hijo mayor de El Mayo Zambada, reconoció que facilitaba el ingreso vía marítima de toneladas de cocaína procedentes de Centro y Sudamérica, de países como Panamá y Colombia, para su traslado a los Estados Unidos.
Zambada Niebla también admitió, de acuerdo con el documento, que él y su padre, así como otros miembros del Cártel de Sinaloa, estaban protegidos por de armas y de guarda espaldas, que portan “numerosas armas calibre-militar”.
Las autoridades americanas establecen que el inculpado continuará con su proceso, aunque el juez y el jurado tendrán en cuenta a su favor que es una persona que coopera para combatir el crimen.
Enlista EU a más “lavadores” mexicanos
Para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, los amigos y capos Rafael Caro Quintero y Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, ambos libres, utilizan a los mismos operadores financieros para el lavado de dinero en Jalisco.
Se trata de cinco personas y nueve empresas inmobiliarias de la entidad, varias de ellas contratadas por el gobierno local y federal para la construcción de casas de interés social y calles; así como proyectos residenciales de alto nivel.
La oficina federal estadunidense también incluyó a uno de los bares más concurridos en Guadalajara, el Lucrecia, como una de las empresas que utilizan los narcotraficantes para el lavado de dinero.
Los nuevos blancos en la lista son los hermanos, José, Fernando y Javier Sánchez González, así como María Aurora Sánchez Contreras y Eva Luz Rosales Morfín.
Las empresa son Bocados de Autor, S.A. de C.V ( bar Lucrecia), Cariatide Grupo Inmobiliario, Grupo Insa, Inmobiliaria Corsanch, Constructora Acantu, Grupo Inmobiliario OCSA, Inmobiliaria Gorsa, Inmobiliaria Novsa, Inmobiliaria Aysa y Grupo Isayas.
“La designación de hoy se dirige a aquellos que se esconden detrás de las operaciones de bienes raíces aparentemente legítimos con el fin de apoyar las actividades de los imperios financieros ilícitos del narcotráfico liderado por Rafael Caro Quintero y Juan José Esparragoza Moreno, ” dijo el director de la OFAC, Adam J. Szubin .
Con esta nueva lista, el Departamento del Tesoro incrementa a 23 los empresarios y en 10 las compañías identificados por las agencias estadunidenses como cómplices del lavado de dinero a favor de Caro Quintero.