RÍO DE JANEIRO. La primera muerte de una persona en una acción militar en el conjunto de favelas de Río de Janeiro ocupado la semana pasada por el Ejército generó hoy una serie de protestas de los habitantes de la región, que aseguran que la víctima era un trabajador sin vínculos con grupos criminales.
Tras el incidente, cientos de habitantes de la Maré protagonizaron manifestaciones en ese conjunto de barriadas pobres en el que viven unas 130;000 personas e intentaron bloquear dos importantes vías que cruzan las favelas, pero fueron impedidos por la Policía, informaron fuentes oficiales.
De acuerdo con la secretaría de Seguridad Pública del estado de Río de Janeiro, la víctima, de 20 años, murió en la mañana de este sábado en un supuesto intercambio de disparos con soldados a los que habría desobedecido las órdenes para detenerse.
El hecho ocurrió en la Vila dos Pinheiros, una de las favelas de ese conjunto de barriadas pobres en la zona norte de Río de Janeiro que fue ocupado hace exactamente una semana por 2.700 militares en una operación destinada a expulsar definitivamente a las bandas de pistoleros que por décadas dominaron la región.
Hasta ahora no se había registrado ninguna muerte en la Maré desde que la región pasó a ser patrullada por soldados del Ejército e infantes de la Marina.
Pese a la versión oficial de que la muerte se produjo en un intercambio de disparos con pistoleros, los habitantes del lugar dijeron que la víctima trabajaba en una empresa de lavado de automóviles y que fue tiroteada cuando llegaba al local.
Aseguraron que el joven se asustó al ver a algunas personas corriendo y al escuchar los disparos, y que también corrió sin sospechar que podría ser confundido con pistoleros perseguidos por los militares.
Los manifestantes se quejaron de las estrictas medidas adoptadas por el Ejército en la Maré que impiden la libre movilización de los habitantes y de los seguidos allanamientos y requisas.
La Maré, localizada en un lugar estratégico de Río de Janeiro por ser atravesada por tres importantes avenidas y a pocos kilómetros del aeropuerto internacional, estará ocupada por los militares durante todo el Mundial de fútbol de Brasil 2014.
La ocupación del Ejército inicialmente se prolongará hasta el próximo 31 de julio, aunque la presencia de las Fuerzas Armadas en la barriadas podría prolongarse más allá si las autoridades lo estiman oportuno.
Los militares sólo saldrán de las barriadas cuando el gobierno regional de Río de Janeiro instale en la Maré una Unidad de Policía Pacificadora (UPP), como son conocidas los cuarteles policiales permanentes que la gobernación viene abriendo en favelas antes dominadas por bandas de narcotraficantes.
La llamada política de pacificación prevé que todas las favelas de Río de Janeiro cuenten con UPPs hasta los Juegos Olímpicos que la ciudad organizará en 2016.
El complejo de Maré, compuesto por 15 favelas, estaba considerado como el último gran bastión del narcotráfico en Río de Janeiro hasta hace dos semanas, cuando 1.200 policías liderados por el Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) y apoyados por 21 blindados militares ocuparan las barriadas.
Una semana después los militares sustituyeron a los policías.