Desde que en 1997 ganara las elecciones para la jefatura del gobierno del Distrito Federal Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD sigue en el poder de la capital del país. Y el PRI se convirtió en partido de oposición ahí… Y así seguirá, porque hoy vive una de sus crisis más profundas y, muy probablemente, insalvable en mucho tiempo.
Durante años el PRI fue dueño y señor del Distrito Federal. Las regencias de la capital estuvieron en sus manos y el privilegio de gobernar a una de las capitales más grandes del mundo, con gran capital social, político y económico: Todo en sus manos. Y lo dejó ir…
La arrogancia, la soberbia, la lucha por el poder, por los privilegios y las prerrogativas hicieron que la guerra intestina entre “Los Verdes” y “Los Rojos” concluyeran en el distanciamiento de que cada vez más los electores en el DF. “Los Verdes” de Beatriz Paredes y “Los Rojos” de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre: la guerra fue eso, una guerra sin piedad por hacerse del poder político a través de su partido y recuperar –dijeron- el terreno y el tiempo perdido: no lo consiguieron.
Tenían un problema serio: en 1997 más del 60 por ciento de la estructura del PRI-DF se incorporó al nuevo gobierno del PRD en la capital de México. La lucha interna podía ser violenta, como en 2004 –según cuenta a Excélsior Armando Barajas Ruiz, un antiguo militante del PRI–, sucedió en la FTSE; cuando rompen las puertas y se mete Cuauhtémoc con todos los actuales dirigentes en el DF: Israel Betanzos, Tonatiuh González, Víctor Carrillo y decenas de simpatizantes”…
Pintarrajeaban la casa de María de los Ángeles Moreno siendo dirigente del PRI-DF y cuando salía de eventos la esperaban afuera con cacerolas y gritos en un ambiente tenso y grotesco.
Resultados: en las elecciones para renovar la jefatura de Gobierno del DF, en la capital había 7,227,642 electores: votaron 4,768,926. De éstos el 67.24% votó por la coalición Movimiento Progresista: Miguel Ángel Mancera; el 19.73 por la coalición Compromiso por México: Beatriz Paredes; el 13.61% por Isabel Miranda de Wallace, PAN y el 1.24 por Rosario Guerra del PANAL.
El fracaso priista fue rotundo: no sólo porque el PRD había hecho campaña permanente desde el gobierno capitalino de Marcelo Ebrard sino también porque los posibles electores del PRI no encontraban la puerta de acceso, cerrada con llave mientras al interior las luchas entre su dirigencia capitalina estaban al punto.
Al final, parecía que no importaba tanto el fracaso capitalino porque el PRI nacional se había hecho del gobierno de la República.
El 16 de diciembre de 2012 Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre tomó posesión como nuevo dirigente del PRI en el DF. Según la Comisión de Procesos Internos del Revolucionario Institucional, de los 1,678 votos emitidos, 1,419 fueron a su favor. “El tiene a su favor 95 por ciento de los órganos de dirección del partido en el DF”.
En este momento ¿Por qué los electores del DF tendrían que votar por el PRI? ¿Qué les ofrece este partido en la capital del país con predominio perredista, aunque su jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera se declara apartidista y sí un candidato ciudadano?
¿De veras está en condiciones de recuperar el gobierno de la capital del país y la mayoría de las delegaciones?… ¿Qué soluciones a los grandes problemas del Distrito Federal ofrece el Partido Revolucionario Institucional si no ‘duelos y quebrantos’ según se ve en días recientes?
A casi un año y medio de haber tomado posesión de la responsabilidad del PRI en el DF, Cuauhtémoc Gutiérrez poco o nada hizo para que el PRI recuperara el tiempo y el terreno perdido y si, todo lo contrario.
El señor Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre está en entredicho y deberá ser sometido a procedimiento legal que deberá demostrar inocencia o culpabilidad de los delitos que se le señalan y que tienen que ver con la presunta red de prostitución dentro de las instalaciones del PRI en el DF…
Pero junto con él, también está en entredicho el mismo partido político que lo encumbró. Los mismos hombres poderosos de partido que le permitían todo y que miraban hacia otro lado mientras se acumulaban acusaciones en su contra; los mismísimos que permitían que personajes priistas de diferente nivel y procedencia hicieran cosas similares o peores a las que presuntamente hizo Cuauhtémoc Gutiérrez. ¿En dónde están los invitados a esas fiestas?…
Sería muy bueno que así como exigen que la justicia se cumpla en este personaje, asimismo deberían exigir que esa misma justicia atraiga a tantos ilustres políticos cobijados por ellos mismos y quienes han construido su vida en base a corrupción, engaño, intimidación, abusos, saqueo y desvergüenza.
Muchos hay: han sido gobernadores, legisladores, funcionarios públicos, dirigentes de partido… Y una muy profusa galería del terror. ¿Cuándo la ley para ellos? ¿Habrá que esperar otro castigo interno?…
No sólo el PRI debe comenzar por limpiar su casa, que de políticos y mentiras está hecha la vida mexicana. Otros partidos deberán poner la barba a remojar.
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