Astrónomos descubrieron el planeta más parecido a la Tierra detectado hasta ahora, un mundo rocoso distante similar en tamaño al nuestro que existe en la zona Goldilocks donde no es demasiado caliente ni demasiado frío para la vida como la conocemos.
Los especialistas confirmar su existencia, a unos 500 millones de años luz y en la constelación del Cisne, de un planeta de tamaño aproximado al de la Tierra y en el cual podría existir agua en forma líquida, anunció hoy la agencia espacial estadounidense, NASA.
El planeta, que orbita la estrella enana Kepler-186 y al cual se le ha denominado Kepler-186f por el telescopio espacial que primero validó su existencia, fue analizado por el telescopio Géminis Norte de ocho metros y su vecino, el telescopio Keck II de diez metros, ambos en Mauna Kea, Hawai.
“Es extremadamente difícil detectar y confirmar estos planetas del tamaño de la Tierra y ahora que hemos encontrado uno queremos encontrar más”, dijo en una teleconferencia Elisa Quintana, científica investigadora del Instituto para la Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre (SETI).
“Las observaciones de Keck y de Géminis combinadas con otros datos y cálculos numéricos nos permiten confiar un 99,98 por ciento en que Kepler-186f es real”, indicó Thomas Barcklay, del Instituto de Investigación Ambiental del Área de la Bahia en Ames.
En febrero pasado la NASA anunció que el telescopio Kepler, que orbita a 149,5 millones de kilómetros de la Tierra desde hace cinco años, había añadido 715 exoplanetas a la lista de un millar de cuerpos que orbitan estrellas a una distancia que hace posible la existencia de agua y por lo tanto de vida.
La búsqueda de planetas similares a la Tierra es una de las aventuras mayores en la investigación espacial actual y aunque se han detectado ya cientos de planetas del tamaño de la tierra y más pequeños, ellos circulan en órbitas demasiado cercanas a su estrella como para que haya agua líquida en su superficie.
El Kepler-186f es el quinto y más alejado de un sistema de cinco planetas, todos con tamaño casi terrestre.
La intensidad y el espectro de radiación de la estrella coloca al Kepler-186f en la zona estelar habitable, esto es que, si el planeta tuviera una atmósfera y agua en su superficie, como la Tierra, esa agua probablemente exista en forma líquida.