Aprovechando los días de recogimiento, los analistas políticos meditaron y reflexionaron sobre lo que está ocurriendo en Michoacán y llegaron a la siguiente conclusión: Que las bandas de ciudadanos armados que actúan al margen de la ley -también conocidas como autodefensas-, no solamente le han tomado la medida a las autoridades federales, estatales y municipales, sino que las tienen contra la pared.
Y explican: Las cosas han llegado al extremo de que los funcionarios públicos marchan al ritmo que les imponen los líderes Estanislao Beltrán “Papá Pitufo”; José Manuel Mireles “El doctor”, e Hipólito Mora “El comandante” (éste último todavía prisionero… aunque no por mucho tiempo según su abogado defensor y aquellos malosos que filtran notas de que “ya negociaron” su libertad). Eso de que el comisionado para la seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, les va a dar su 10 de mayo a los autodefensores, y los obligará a entregar las armas para que se conviertan en disciplinados guardias rurales a las órdenes de la autoridad legalmente constituida, no pasa de ser un buen deseo.
Por muchas vueltas que le den al asunto los responsables oficiales de la seguridad pública, no podrán esgrimir argumentos convincentes para que los michoacanos comulguen con la rueda de molino de que las autodefensas son imprescindibles en la lucha contra la delincuencia organizada. Si no son suficientes para realizar esa tarea el Ejército, la Marina y la Policía Federal, además de las policías estatales y municipales, entonces algo muy grave está sucediendo en la tierra sub gobernada por el sub gobernador Fausto Vallejo Figueroa, porque no están surtiendo el efecto deseado las acciones del comisionado Castillo.
Solamente se vislumbra una débil esperanza: que don Alejandro Martí se dé una vueltecita por Michoacán y le aseste a los funcionarios buenos para nada su inigualable martiniana: “¡Si no pueden, renuncien!” O ya de plano, que don Nelson Vargas les aplique su inmejorable nelsoniana: “¡No tienen madre!”
Y ya encarrerados en sus reflexiones en los “días santos”, los analistas hacen una pregunta capciosa: ¿Cuáles son las características de los gobernadores de los estados donde las fuerzas federales están interviniendo para restaurar la paz y la seguridad cueste lo que cueste? Respuestas: Una, que son priistas del Siglo XXI, neopriistas. Dos, que tienen cierto grado de ineptitud, y tres, que por alguna causa, motivo, razón, les dieron la candidatura y después la gubernatura sin ponerse a pensar que no estaban aptos para el cargo.
¡Nombres, nombres! Exigen los espectadores. Bueno, uno que mostró esas características fue el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, quien el fin de semana pasado rompió un récord Guiness. ¿El de más asesinatos, secuestros, extorsiones… en un solo día? Preguntan los curiosos. No, hombre, el haber elaborado el coctel más grande del mundo. ¿Un coctel molotov para enfrentar a los narcotraficantes? Nada de eso, se trató de ¡un coctel de camarones con su salsa cátsup, cebolla, cilantro…! Y todavía Egidio preparó un discurso en el que presumió: “Todos los días trabajamos y los días de descanso ¿Qué hacemos?: Rompemos récords mundiales de cocteles”. ¡Pa su mecha!
¿Y el combate a la delincuencia abuelito? Le preguntaron los socarrones.
AGENDA PREVIA
Por más histéricos intentos del protagónico senador Javier Corral para mostrar que su Frente para la Comunicación Democrática es una agrupación fuerte y muy poderosa, la realidad es que se trata de un teatro guiñol, y sobre todo víctima de lo peor que siempre ha rodeado a la izquierda: la división, la confrontación interna y el revanchismo.
En el primer acto, el de presentación, ocurrido en días pasados, las huestes de los Bejaranos, los Chuchos, y uno que otro lopezobradorista encubierto, riñeron por ver quién jalaba más reflectores para su corriente. La irrupción, fuera de programa, de la diputada Purificación Carpinteyro para exigir a gritos un reconocimiento al grupo del actual presidente del PRD, Jesús Zambrano, junto con algunos reproches por la falta de mujeres en el presídium, provocó abucheos y una fuerte silbatina, lo que terminó por empañar el acto y confundir sobre sus verdaderos objetivos.
¿Con esos aliados quiere Corral crear un Frente amplio, social y nacional? ¿Qué facción del PRD lo va a apoyar, y cuál lo va a bloquear? ¿Hay alguien de peso en el PAN que crea en sus consignas? ¿Responsabilizará una vez más a las televisoras de lo que les salga mal? Bueno, falta el numerito de la cadena humana por las calles de la city.