De no combatir el cambio climático, en 30 años México enfrentará un escenario apocalíptico: desbasto de agua y alimentos, sequías en la mayor parte del territorio, inundaciones, epidemias de enfermedades como dengue, muerte de ganado y riesgos en la sustentabilidad energética.
Un informe elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático en 2012 y enviado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) analiza los peligros de no combatir el calentamiento global en las 32 entidades del país y vaticina un futuro desolador.
De acuerdo con el documento de más de 500 cuartillas entregado ante la Convención de Naciones Unidas para el Cambio Climático, serían necesarios 76 mil 500 millones de dólares de inversión en los próximos 50 años para reducir sus efectos.
Las proyecciones del INECC coinciden con el informe presentado la semana pasada por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (un colectivo de científicos que labora bajo el auspicio de Naciones Unidas), en el que calificó como “abrumador, generalizado e irreversible” el impacto del calentamiento global.
El reporte que se presenta cada seis años es producido por cientos de investigadores de 70 países y está basado en más de 12 mil estudios científicos, busca sentar las bases científicas de cara a la negociación de un acuerdo para 2015 que sustituya al protocolo de Kioto, el cual fue firmado y ratificado por México.
Inundaciones y sequías
En este marco, el informe del INECC enviado a la ONU pronostica que en las próximas tres décadas, el país enfrentará un desequilibrio hídrico, según las condiciones geográficas del país, habrá desabasto de agua o inundaciones y el agua disponible para uso humano será casi nula, la contaminación alcanzará casi al total de las cuencas hídricas.
Un 55% de la población no tendrá acceso a recursos hídricos en las grandes ciudades, por sus condiciones geográficas. Según el diagnóstico, los más afectados serían el Distrito Federal, Monterrey, Xalapa, Tuxtla Gutiérrez y Guadalajara.
El exceso de lluvia se acrecentará en la región sur del país y los estados cercanos al Golfo de México. Al menos 21% de la población estará en riesgo de perder su patrimonio, disminuir su calidad de vida debido a la pérdida de servicios de comunicaciones derivados de inundaciones o desgajamientos de cerros.
Las entidades consideradas con alto riesgo de padecer desastres naturales asociados a inundaciones son Tabasco y Chipas.
En Veracruz y Tamaulipas, derivado del cambio climático, la combinación de ciclones tropicales con “nortes” generarán fenómenos climáticos devastadores similares a Manuel, el cual arrasó con el estado de Guerrero en septiembre de 2013.
Sequías más prolongadas
Las consecuencias del calentamiento global harían que las sequías se prolonguen más al correr de las décadas y afecten no sólo a estados del norte de la República, sino que además lleguen hasta el centro, con la probabilidad de que incidan en la producción de alimentos.
En las 21 millones de hectáreas distribuidas en todo el país y utilizadas para la producción agrícola existe el riesgo de que los cultivos se vean amenazados por “la intensificación del cambio climático y por un aumento en la variabilidad climática”.
Los cultivos más afectados serían los que le dan sustentabilidad alimenticia y económica a algunas regiones del país. De acuerdo con el estudio, la sequía disminuiría de forma considerable la producción de maíz, fríjol, aguacate y café.
El efecto en la producción de maíz y otros cultivos traería “consecuencias negativas en la seguridad alimentaria, así que es fundamental identificar un portafolio de medidas de adaptación al cambio climático” para evitar el desabasto de maíz, frijol y aguacate tanto para autoconsumo como exportación.
Escases de ganado
Aunado al aumento en la mortandad de ganado a consecuencia de las sequías o inundaciones, el país enfrentaría escasez de animales utilizados para producir alimentos a causa de la infertilidad que generaría su exposición al cambio climático.
Según el estudio entregado a la ONU, el problema del ganado es considerado de gravedad, pues en los años futuros, el estrés por calor disminuirá en 91% la fertilidad en las vacas, lo cual tendrá un efecto de escasez en lácteos y cárnicos en el país.
Regresan epidemias
El calentamiento global, alerta el estudio, podría generar una epidemia de dengue en el país: “la tendencia de la población a congregarse en grandes núcleos urbanos puede provocar que brotes de algunas enfermedades lleguen a ser epidemias. Un caso que se ha venido manifestando de forma importante es el dengue”.
Otros de los problemas de salud pública estarán relacionados con el aumento de las temperaturas en la mayoría de las entidades. Las “ondas de calor” serán cada año más frecuentes y ciudades como Mexicali, Hermosillo o Mérida podrían alcanzar temperaturas consideradas de “peligro extremo”.
Actualmente existen 152 proyectos en las 32 entidades de la República para mitigar el cambio climático, de los cuales, 102 están en proceso de recibir financiamiento, sin embargo, hacen falta 76 mil millones de dólares para hacer frente al calentamiento global.