KATMANDU. Decenas de guías sherpas desmontaron sus carpas y abandonaron el miércoles el campamento base del Monte Everest tras la muerte de 16 de sus colegas en un alud que sacó a la luz el resentimiento de esos profesionales por la paga que reciben, el tratamiento y los beneficios.
Ya que la totalidad de la temporada escaladora ha quedado en duda, el gobierno anunció rápidamente que las principales autoridades de turismo volarán el jueves al campamento base para negociar con los sherpas y les exhortaron a que vuelvan al trabajo.
Empero, aunque el gobierno nepalí ha sido muy criticado por no hacer lo suficiente para los sherpas tras el desastre de la semana pasada, el más mortífero hasta ahora en esa montaña, un funcionario culpó del abandono a los “revoltosos“.
“Fue una conducta masiva, algunos revoltosos crearon problemas, pero la situación está volviendo a la normalidad”, dijo Sushil Ghimire, secretario del Ministerio de Turismo de Nepal.
Aunque no quedó claro cuántos de unos 400 sherpas en la montaña se sumaron al paro, varias empresas de expediciones cancelaron ya sus escaladas, y la temporada de ese deporte, una gran fuente de ingresos para el país, es un caos. La mayor parte de los intentos para alcanzar la cumbre del Everest tienen lugar a mediados de mayo, cuando por un breve plazo las condiciones meteorológicas son más favorables.
Los sherpas carecen de líder y los asignados en el campamento base dijeron que su retirada se debió a una gran variedad de razones, incluyendo rendir tribute a sus amigos fallecidos. No quedó en claro si volverán al trabajo en caso de que el gobierno acepte todas sus demandas.
Inmediatamente después de la avalancha, el gobierno dijo que pagará a las familias de cada sherpa fallecido 40,000 rupias, unos 415 dólares. Empero, los sherpas dijeron que se merecen mucho más, incluyendo más dinero del seguro, más ayuda financiera para las familias de las víctimas y nuevas regulaciones que aseguren los derechos de los escaladores.
Sin los sherpas, cuyos conocimientos como guías son imprescindibles y transportan además toneladas de pertrechos en la montaña, sería casi imposible para los escaladores subir al Monte Everest. Muchos deportistas tendrían que renunciar a casi todo o la totalidad del dinero que han gastado para llegar al lugar, 75,000 dólares o más.