Los mexicanos destacaron entre las decenas de miles de feligreses que llegaron esta madrugada hasta la plaza de San Pedro para seguir la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II.
Según lo previsto, la misa celebrada por el Papa Francisco y durante la cual fueron elevados al honor de los altares esos dos Papas inició a las 10:00 horas local (08:00 GMT).
A las 07:00 horas (05:00 GMT), la plaza de San Pedro ya se encontraba llena y grupos de fieles comenzaban a ocupar una plancha asfáltica contigua, la plaza Pío XII.
En un paciente operativo logístico, cientos de voluntarios con pecheras fosforescentes permitían el flujo de los peregrinos a través de la Vía de la Conciliación, la gran avenida que une El Vaticano con el Río Tíber.
Entre los peregrinos que lograron encontrar un lugar en la plaza se encontraban Isaías y David Contreras, dos danzantes oaxaqueños que portaban sobre sus cabezas unos penachos tricolores que pesan más de cuatro kilogramos.
Ellos deleitaron a los fieles de distintas partes del mundo la víspera, con sus bailes y sus coloridas vestimentas.
Hasta El Vaticano también llegaron las primas Elena Vidal y Marisa Oar Elola, quienes gracias a un golpe de suerte pudieron quedar ubicadas en un lugar privilegiado.
“El Papa Juan Pablo II siempre fue un héroe y un modelo para nosotros, por eso cuando supimos de su canonización mi abuelita nos invitó y decidimos venir”, señaló Vidal, de 27 años, originaria de Querétaro.
Ella llegó a Roma con sus familiares hace una semana, pero hasta San Pedro sólo se animaron a ir ella y su prima, ya que su abuela y su tía prefirieron quedarse en el hotel al advertir el impresionante tumulto generado por los miles de peregrinos presentes en la ciudad.
Ambas llegaron a la plaza desde las 18:00 horas (16:00 GMT) del sábado 26, pero para esa hora muchísimos lugares ya se encontraban ocupados por los fieles. Ellas debieron abrirse lugar poco a poco.
“Es algo significativo que Juan Pablo II sea canonizado, no es que a partir de ahora ya es santo, desde que vivía era ya un santo porque hacía la voluntad de Dios, que para nosotros los católicos es ser santo”, explicó Vidal.
“Pero ahora es oficial, le puedes rezar y pedirle que interceda por algunas cosas, como es de nuestro tiempo la gente se siente más identificada. El fue especial, sólo con verlo te movía algo”, añadió.
Reconoció que a Juan XXIII no lo conoce tanto, aunque señaló que supo de él y “de lo bueno que era” por la gente mayor.
“En México adoramos al Papa Juan Pablo II y ahora le pediremos su intercesión, es especial esta canonización para nuestro país”, estableció.
Por su parte, también en entrevista, Marisa Oar Elola aseguró que ayudará mucho a México la elevación de Karol Wojtyla al honor de los altares, porque “va a reforzar la fe”.
“Es importante revivir la fe en estos momentos, a Juan Pablo II lo conocí aquí en Roma en 2003 durante una misa de Navidad en la Basílica de San Pedro. Lo vi y lloré, no se que tenía y con su carisma, con su mirada te movía”, ponderó.