El papa Francisco se subió al papamóvil tras la misa de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II y recorrió la plaza de San Pedro y la Vía de la Conciliación, donde hoy acudieron cerca de medio millón de personas para seguir el acto.
Francisco dedicó aproximadamente 40 minutos a saludar uno a uno a los representantes de las 93 delegaciones que hoy llegaron al Vaticano.
Y después, tras quitarse los paramentos litúrgicos con los que ofició la misa, se subió al papamóvil para recorrer y saludar a los fieles en una repleta plaza de San Pedro.
Al comienzo del trayecto el papamóvil se detuvo y se subió el alcalde de Roma, Ignazio Marino, que saludó con un cordial apretón de manos al pontífice.
Después el papa argentino continuó su recorrido en el jeep blanco y circuló por un carril libre de la Via de la Conciliación, la avenida que une Roma y Ciudad del Vaticano, para poder saludar a los peregrinos.
El pontífice llegó hasta el final de la avenida, casi hasta el Castel Sant’Angelo, para poder saludar así a las decenas de miles de personas que hoy abarrotaron San Pedro y sus aledaños, según las cifras que dio la oficina de prensa del Vaticano.
Tras la ceremonia, el papa Francisco agradeció a los fieles, a las delegaciones de los países y a los religiosos, su presencia en San Pedro para rendir homenaje a los santos Juan Pablo II y Juan XIII, “quienes contribuyeron de manera indeleble al desarrollo de los pueblos y de la paz”.
También tuvo palabras de agradecimiento “para todas las fuerzas del orden y las varias organizaciones, asociaciones y voluntarios”.