Candados, puertas cerradas para todos y abiertas para ellos, ventanas indiscretas, mirillas de observación, espionaje a través de paredes y cables digitales y señales y pantallas, escuchas silenciosas, complicidades y atentado a la primera de las leyes y base de todas ellas: la libertad de expresión, y el respeto a la privacidad de todo ser humano en sociedad: Internet en peligro…

 

… Y todo en una sola entrega: la Ley Federal de Telecomunicaciones del presidente de México, Enrique Peña Nieto… la misma cuya iniciativa presentó al Congreso el 24 de marzo para su análisis y aprobación; la misma de la que sus leyes secundarias nos muestran las fauces de lo que creímos dominado y que no queremos ver: el estado autoritario, déspota y transgresor…

 

El presidente Peña Nieto comete un grave error. Un error de errores. Esto es así porque un gobierno que tiene que recurrir a argucias como las que encierran estas famosas leyes secundarias que benefician a monopolios de televisión, a los que el gran poder político de México teme más que a la sociedad expresiva…

 

… Y que sumerge en el lenguaje contradictorio de una seguridad nacional mal entendida a los gobernados, a los que pretende remitir al silencio, es una muestra de gran debilidad o con temores y dudas sobre su fortaleza democrática presente y futura.

 

¿Por qué tanto miedo a lo que diga y piense una sociedad activa, viva, elocuente, y democrática? ¿No es el mismo gobierno federal que en algunas áreas de su administración procura la participación social en tanto que la niega en otras?

 

Esto viene al caso por las famosas Leyes Secundarias aun pendientes de aprobación en un periodo extraordinario del Senado de la República, trasladado a junio próximo y en cuyo contenido hay un evidente control político de Internet y, en particular de las redes sociales.

 

¿No es esta una propuesta que tiene que ver con la seguridad nacional de Estados Unidos en nuestro país?…

 

Las Comisiones involucradas en el tema, las de Radio, Televisión y Cinematografía, de Estudios Legislativos y de Comunicaciones y Transportes tienen una gran responsabilidad al frente: O concretar el aspecto censura o ganar el de la libertad. Naturalmente los prisitas saben que tienen compromisos supremos… ¿lo tienen con el país?

 

¿Qué hace ahí la señora Barrales quien a lo largo de su carrera política no ha hecho nada-nada que esté a la altura del arte, por el país, y quien preside una Comisión (RTCinematografía) de la que probablemente esté aprendiendo, pero sin causa justificada para nosotros…?

 

¿Y el señor Javier Lozano, siempre-permanentemente-interminablemente beligerante, atrabiliario y en conflicto con otros, y consigo y que ha intentado promover, por su propia cuenta, la aprobación de una forma de leyes secundarias en telecomunicaciones agraviante y mendaz?…

 

¿Qué hacen todos los que están ahí? ¿Conocen la gravedad del tema no sólo para ellos como artífices sino para una sociedad mexicana, presente y futura?

 

Con el pretexto de resguardar la seguridad nacional, la propuesta quiere regular los contenidos de Internet e intervenir las comunicaciones: “De la colaboración con la justicia”: ‘Que los concesionarios de telecomunicación están obligados a proporcionar la geolocalización en tiempo real de cualquier dispositivo y que las autoridades pueden intervenir comunicaciones privadas…’.

 

…’Se llevará un registro del control de las intervenciones de las comunicaciones con datos como nombre, denominación, razón social, domicilio, tipo de comunicación y servicio, fecha, hora y lugar del medio que fue intervenido…’ y que ‘a petición de las autoridades se podrían bloquear, inhibir o anular de manera temporal las señales de telecomunicaciones en eventos y lugares críticos para la seguridad pública y nacional…’

 

…’El artículo 196 de la iniciativa presidencial dice que en casos de amenazas a la seguridad nacional, como lo establece el artículo 5 de la Ley de Seguridad Nacional, los concesionarios están obligados a facilitar a las autoridades la obtención de información relacionada con cualquier comunicación o dispositivo de comunicación…’

 

Aparte: ‘Los concesionarios – de Internet- deberán prevenir la propagación de comunicaciones electrónicas masivas no solicitadas o ‘tráfico malicioso’, así como minimizar sus efectos en las redes de telecomunicaciones’… Ni más, ni menos.

 

Las contraposiciones no se han hecho esperar. En México y fuera del país. Aquí organizaciones expresan su oposición a esta propuesta que, quienes están en ella juran y perjuran que se modifica y que no atentará a las libertades ni dañara la privacidad e intimidad individual o colectiva…

 

En tanto que la Fundación de Software Libre, Jacob Appelbaum y Jéremie Zimmermann de La Quadrature du Net, ambos autores de “Cypherpunks” junto con Julian Assange enviaron una carta al Congreso mexicano en el que muestran preocupación y rechazo a la iniciativa.

 

Otros más señalan atentado a los Derechos Humanos de los mexicanos en Internet … Y muchos más alertan sobre el daño que podría acarrear esta persecución nada silenciosa y si muy evidente.

 

Todavía hay tiempo para corregir el posible agravio. Todavía se puede recuperar la dignidad del político que es hombre de Estado y no circunstancia e interés… Todavía hay tiempo, para todos nosotros, de exigir el cuidado de nuestros fueros y privilegios a quien tiene que cuidarlos: es nuestro derecho, es nuestra libertad: está en ley.