En declaraciones a la prensa en Canberra, capital de Australia, explicó que tras 52 días de búsqueda, es improbable que se encuentren restos de la nave en la superficie del mar y la mayoría estaría hundido.
Además, añadió que con las distancias que los aviones de rescate recorren, su operación se acerca al límite de operación segura, informó un reporte del sitio electrónico de ABC.
La nueva fase se centrará en la inspección del lecho submarino en una extensión amplia, en la cual se recurrirá a la tecnología del sonar y contratistas privados, la cual comenzará en las próximas semanas.
El robot submarino Bluefin-21 ha inspeccionado 400 kilómetros cuadrados del lecho marino sin encontrar algún rastro, y seguirá en esa tarea pero con tecnología adicional, precisó el jefe del gobierno australiano.
Por su parte el coordinador de la búsqueda, Angus Houston, dijo que tomará al menos ocho meses concluir esta nueva fase, y recordó el caso de un avión francés también desaparecido, en el cual tomó dos años hallar sus restos.
Abbot también había indicado que la nueva fase costará alrededor de 60 millones de dólares, y agregó que Australia buscará apoyo económico de los otros países involucrados.
El Boeing 777 de Malysia Ailines desapareció el 8 de marzo tras la primera hora en su ruta Kuala Lumpur-Pekín, y luego de unas de semanas de búsqueda, esta tarea se cambio al suroeste australiano pues se determinó que hubo un inexplicable cambio de ruta.